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Que el estrés no lo desconecte de la pasión

Aprenda a controlarlo utilizando recursos como un baño caliente, música o un masaje que pueda disfrutar con su pareja

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28.04.2016

Tegucigalpa, Honduras
Cuando estamos desbordados por trabajo o nos enfrentamos a retos para los cuales no disponemos de suficientes recursos, nuestro cuerpo se activa para adaptarse a este estrés.

Se trata de un mecanismo de supervivencia que nos ayuda a superar la situación de forma satisfactoria. Estos recursos, sin embargo, pueden no resultarnos útiles en determinados ámbitos de nuestra vida y, concretamente, perjudican en el ámbito de la sexualidad.

Al estar estresados se inhibe el funcionamiento del sistema sexual, con la consiguiente reducción de la hormona testosterona (responsable del deseo sexual), por lo tanto, no es de extrañar que cuando estamos estresados no nos apetezca mantener relaciones sexuales o nos cueste excitarnos.

También tener mil cosas en la cabeza que mantienen nuestra mente constantemente sobreactivada hace que tengamos más problemas de atención y concentración; y cuando nos encontramos en momentos de intimidad esto impide centrar la atención en las sensaciones corporales y sexuales necesarias para excitarnos.

Controle la situación
Es necesario que en la medida de lo posible gestionemos el estrés de nuestras vidas, ya sea modificando las causas, si es posible, o cambiando la situación con técnicas, estrategias o ayuda profesional para lidiar mejor con ella.

Entre las estrategias están el ejercicio, aprender técnicas de relajación e identificar las emociones negativas y los signos de estrés, redimensionar la importancia de la vida sexual y colocarlas en lugares jerárquicos de la agenda cotidiana. Ponga en práctica fantasías sexuales para darle diversión a la relación.