Es considerada una de las cantantes más talentosas de todos los tiempos. No solo su talento fue lo que logró llevarla hasta lo más alto de la cima, sino también su espíritu joven e indomable, que en su época dio mucho de que hablar.
Aretha Franklin nació el 25 de marzo de 1942 en Memphis, Tenessee, aunque la mayor parte de su infancia fue criada en Detroit. Su padre era un predicador y su madre una cantante de gospel, por lo cual desde niña tuvo una fuerte inclinación hacia la música religiosa.
Su familia mantenía una íntima amistad con varias personalidades del género, como James Cleveland y Clara Ward, algo que influenció su preferencia por dicho estilo. Cuando tenía quince años dio a luz a su primer hijo y un par de años más tarde, vendría el segundo, según Musicándote.
A los 14 años, Aretha había grabado ya su primer disco y en 1960 consiguió grabar su primer álbum discográfico importante el cual se volvió un éxito de inmediato.
Con su estilo, consiguió revolucionar el ámbito musical de su época y fue tanto su éxito, que incluso llegó a ser conocida bajo el nombre de “Lady Soul”.
En los 80 resurgió con colaboraciones que hizo con artistas de la talla de George Michael y Annie Lennox. Para entonces había ganado ya 17 premios Grammy y sacado más de una decena de álbums, con gran éxito.
Entre sus temas más famosos están Respect y I say a little prayer, ambas sonadas también en películas:
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