NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Desde hace mucho, los fanáticos esperan el regreso de uno de los clásicos live action de Disney, “Un viernes de locos”, la película protagonizada por Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan. Y la buena noticia es que este deseo podría hacerse realidad.
Los comentarios alentadores no han dejado de llegar, uno tras otro, especialmente después de que ambas protagonistas insinuaran que el proyecto no ha quedado completamente en el pasado. La última en dar pistas fue la propia Lohan.
“No puedo decir mucho aún. No quiero adelantar demasiado”, dijo la actriz al presentador Andy Cohen en el programa SiriusXM cuando se le preguntó sobre la secuela. “Ambas estamos emocionadas. Voy a hablar por Jamie”.
Aunque se negó a entrar en detalles, es posible que la confirmación de la segunda parte se aproxime, quizá en un evento especial como el D23, donde Disney suele revelar sus próximos proyectos, incluidas sus franquicias propias como Marvel, Star Wars y sus estudios previos.
Primera esperanza
Cabe recordar que en 2022 Jamie Lee Curtis reconoció que le encantaría la idea, e incluso dio una pista de por dónde podría ir la trama.
“Déjame ser la abuela, déjame ser la vieja abuela que cambia de lugar” pidió a las presentadoras de The View, “así luego Lindsay podría ser la abuela sexy que sigue siendo feliz con Mark Harmon en todas las formas en que estarías feliz con Mark Harmon”, dijo.
Y agregó: “Me gustaría ver a Lindsay como la abuela sexy, y me gustaría verme lidiar con los niños pequeños hoy. Quiero ser un padre helicóptero en el mundo de hoy”, dijo.
Lindsay está de vuelta
Por su parte, aunque Lindsay Lohan nunca se ha alejado por completo de la industria del entretenimiento, está gradualmente regresando al cine y la televisión, reviviendo sus años de gloria en películas y series, sobre todo a través de remakes y continuaciones de obras que la catapultaron a la fama en la década de 2000.
La historia original
“Un viernes de locos” es una comedia familiar estadounidense dirigida por Mark Waters y lanzada en 2003. La película es un remake del clásico de Disney del mismo nombre lanzado en 1976, basado en la novela de Mary Rodgers.
La trama sigue a una madre, Tess Coleman (interpretada por Jamie Lee Curtis), y su hija adolescente, Anna (Lindsay Lohan), quienes constantemente chocan debido a sus personalidades opuestas.
Un viernes, justo antes de la boda de Tess, madre e hija despiertan misteriosamente para descubrir que han intercambiado de cuerpos después de haber recibido un hechizo de una vendedora de galletas de la fortuna en un restaurante chino.
La cinta fue un éxito de taquilla y recibió críticas generalmente positivas por las actuaciones de Lohan y Curtis, así como por su humor y su mensaje positivo sobre la importancia de la familia y la comprensión mutua.
