TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Historias sobre crianza paterna, corresponsabilidad, conciliación y la importancia del tiempo en familia han dado forma a los once años en vigencia del Súper Papá EL HERALDO, cuya capa en su edición 2023 recayó sobre los hombros de Fabricio Alexander Matute y su pequeño Félix Alexandre.
Un triunfo que él aduce a la entera dedicación y a la construcción del vínculo padre e hijo por encima de un trabajo en conjunto y estrategia en competición.
Matute, que se impuso a las casi cinco decenas de participantes que integraron la edición —respaldada por Metromall, Galletas Pozuelo, Metrocinemas, CPO, Speedy, Por Salud y Canon—, es solo un retrato moderno del arquetipo de la paternidad. Sumados a él, Edwin Elvir, Walter Andino, Himer Flores y Erick Zelaya son otros ejemplos cotidianos de padres que ya no buscan limitarse al papel de sostén y disciplina en el hogar .
“La mayor satisfacción es el tiempo de calidad”
Pocos aspectos inciden más en el desarrollo emocional, social y psicológico de los hijos que el tipo de familia en el que crecen. La respuesta emocional de cada infante y adolescente viene ligada íntimamente al ambiente familiar, los ejemplos y valores que de niño experimenta en sus primeros años; y Edwin Elvir, un asiduo concursante del Súper Papá EL HERALDO, es consciente de ello.
“Hay que cumplir con nuestro rol, orientando y enseñando valores, pero sobre todo el temor a Dios”, asegura Elvir, quien en esta edición sumó cuatro años de participación consecutiva junto a sus hijos Katya (12) y Felipe Santiago (8). “Cada vez me llevo del concurso la satisfacción de pasar un tiempo de calidad con mi familia”, dice.
“He aprendido a forjar mi relación con mis hijos”
Los padres modernos ya no quieren limitarse al papel de sostén y disciplinario de la familia; quieren ser verdaderos co-padres, proporcionando crianza y cuidado a sus hijos, según Erick Zelaya, quien desde hace seis años ha encontrado en el Súper Papá EL HERALDO un medio de vínculo con sus dos hijas.
“A lo largo de los años del concurso, de las actividades y del tiempo compartido he llegado a realmente conocer a mis hijas. He aprendido a forjar mi relación con mis hijas, a valorar cosas ínfimas que al final tienen mayor peso”, agrega Erick, cuyo hermano Rony Montoya (otro concursante con historia) en 2014 le sugirió inscribirse a la actividad. “Mi hermano, que ahora reside en España, participó del 2012 al 2019; y ahora guarda un grato recuerdo”.
“Los padres que cumplen su rol son admirables”
Himer Flores sostiene que la relegación a un papel secundario de crianza no debe ser la norma. Junto a sus dos hijos ha sido parte del Súper Papá ya por cinco años, un escenario de demostración de apego y crianza paterna efectiva.
“No se puede negar que hay alta deserción paterna, y que al final es la madre quien termina siendo la figura en la vida de sus hijos. Por ello considero que aquellos padres que realmente cumplen su rol son admirables”, asegura.
“Con mis hijos hemos participado cinco años y siempre buscamos distinguirnos, agregarle más diversión al concurso. Cada año nos pintamos de diferentes formas y buscamos estrechar vínculos a través de actuaciones”, agrega.
“Ser un buen padre comienza en el hogar”
Tras haber participado durante seis años en la Vuelta Ciclística EL HERALDO, otro proyecto insigne de la marca, Walter Andino decidió aventurarse en el Súper Papá. Su primera participación la hizo el pasado sábado junto a su pequeño Fabricio, y también en compañía de su hijo menor Diego.
“Hace poco tiempo sufrí un accidente practicando ciclismo, pero eso no fue un impedimento para venir a compartir con ellos. Creo que ser un buen padre comienza en el hogar, donde parte de las enseñanzas a nuestros hijos deben ser los valores como honradez, humildad y respeto”, expresa Andino, quien además asegura que siendo el mejor ejemplo posible para sus hijos, en palabras y acciones, se forma a niños saludables.