No es pérdida de tiempo ni pasatiempo, es una responsabilidad que conlleva esfuerzo, sacrificio y disciplina. Eso son los grupos de teatro universitario.
En el seno de las universidades surgen estas agrupaciones, que le dan una visión distinta a quienes las conforman. Tal vez se acercan motivados por la curiosidad para después quedarse por la pasión que desarrollan hacia las artes escénicas.
Es por ello que hoy en Vida le contaremos un poco sobre cinco agrupaciones que, por su desempeño y dedicación, han marcado la diferencia en las vidas de muchos jóvenes universitarios.
En 2009 inicia Teatro Caja Negra
Como el resultado de una necesidad artística de seguir investigando el teatro define Gary Nazar al grupo universitario Teatro Caja Negra (TCN), integrado por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Aunque su origen es universitario, es independiente y han contado nada más con el apoyo del Teatro Memorias.
TCN ha montado cuatro obras, y desde la segunda se inclinó por las obras de autor, como Darío Fo y Slawomir Mrożek. Nazar, director del grupo, expresó que les interesa representar al hombre: “lo social para el universitario no es el lenguaje adecuado, el estudiante necesita conocer todas las dimensiones, el poder, la corrupción; no necesita saber que a la mamá le pegan, necesita saber que el hombre es un animal irracional”.
Desde TCN se ha formado un grupo de jóvenes que están decididos a trabajar hasta las últimas consecuencias “para hacer del teatro una profesión respetada”.
Y esta mentalidad se ha generado en los actores, que son estudiantes de diversas carreras, que, gracias a este grupo universitario, están preocupados por el desarrollo del arte en Honduras porque la carencia de opciones educativas y espacios la han vivido y han luchado para seguir adelante.
Grupo de teatro Lucem Aspicio
Lucem Aspicio es un grupo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) que nació en el año 2000 por la inquietud de los estudiantes de la clase de teatro.
La fundadora y primera directora fue Luisa Cruz, posteriormente hubo otros directores como Tito Ochoa, Rafael Murillo Selva y actualmente Edgar Valeriano. En cuanto a dramaturgia, Lucem Aspicio ha montado obras de carácter social de autores de diversos países.
A consideración de Luisa Cruz, el grupo de teatro ha ayudado a los estudiantes que lo integran a fortalecer su personalidad y su autoestima.
“No hay título que les confiera a ellos el poder que tiene el teatro de hacerlos mejores ciudadanos, gente que en realidad entienda y pueda estar más consciente del entorno natural, social y humano, yo creo que eso no tiene precio”, dijo.
Para Valeriano es de suma satisfacción saber que muchos de los integrantes son de excelencia académica y que estar en el grupo les ha traído beneficios académicos. Lucem Aspicio ha realizado giras por varios municipios de Honduras y ha visitado países centroamericanos.
Teatro universitario Antifaz
El año 2000 es la fecha de partida del teatro universitario Antifaz, que inicialmente se llamó Compañía de Artes Escénicas. Dirigido por Giovanny Matute, el grupo surgió en el seno de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Su objetivo es el montaje de obras de autores hondureños.
Para el director es sumamente importante que los actores desarrollen otras habilidades como la danza y el canto: “necesito a gente que sea ágil física y mentalmente”.
A Matute también le interesa la formación de los estudiantes en otras disciplinas, por lo que les imparte talleres no solo de teatro, sino de cinematografía.
Los montajes de Antifaz no se limitan al teatro, ya que también realizan coreografías de danza contemporánea y ya hicieron el primer cortometraje. Actualmente trabajan en el montaje de la obra “La montaña”, de Tito Estrada.
La experiencia de Alquimia Teatral
Alquimia Teatral es una agrupación que pertenece al Departamento de Arte de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y es dirigido por Mariela Zavala.
El grupo fue fundado hace siete años y su propuesta es diferente a los demás grupos, ya que su actividad es el estatuismo.
El objetivo es que los estudiantes tengan una experiencia un poco más directa con el público. “El grupo se formó para que ellos practiquen principios básicos del teatro, entonces yo escogí la técnica del estatuismo para que ellos conozcan ciertas técnicas teatrales, no todas, no son obras de teatro las que montamos”, dijo Zavala, y agregó que no se especializan en el estatuismo como una cuestión meramente plástica, ya que solo utilizan arcilla en cuerpos semidesnudos; su intención es que los jóvenes aprendan a controlar su cuerpo.
“En técnicas de teatro se les enseña la relajación, respiración, concentración, atención, control y tensión muscular, el trabajo de la imagen, de la dilatación y entrenamiento corporal”. Uno de los requisitos para formar parte del grupo es recibir entrenamientos de kung fu, después clases de danza y pilates. Esto, a consideración de la directora, es esencial para una mente y cuerpo sano, y a la vez para una formación integral. “Una persona es la suma de un montón de circunstancias y conocimientos, y entre más conocimientos y habilidades desarrollen en diversos campos, vamos a tener un ser humano más capaz de poder mantener y desarrollar una mejor sociedad”.
Tespis: el grupo universitario más antiguo
Hablar del teatro universitario Tespis es remontarse a 1966, cuando la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) todavía era la Escuela Superior del Profesorado (ESP).
Allí nació el grupo que en sus inicios fue integrado por personalidades del ámbito cultural como Eduardo Bähr y Juan Antonio Medina.
En sus orígenes, comentó el director de Tespis, Rafael Amador, el grupo se llamó TESP (Teatro de la ESP), pero al convertirse la ESP en UPNFM, Bähr lo llamó Tespis, en honor al primer actor y dramaturgo griego.
El grupo perteneció inicialmente a la Carrera de Letras, y actualmente es un espacio abierto a todos los estudiantes que quieren ser parte de él.
A consideración de Amador, el grupo ha complementado la formación educativa de los estudiantes y ha sido de mucho apoyo al momento de desempeñarse como docentes; a la vez les ha ayudado a poner en práctica disciplinas como la danza y el canto. Tespis no solo se ha dedicado al teatro, sino a otras técnicas como el mimo, pantomima, malabares con fuego y zancos.
Este grupo ha visitado casi toda Honduras y ha participado en festivales de teatro en Centroamérica. Desde 2006, que Amador asumió la dirección del grupo, Tespis se ha inclinado a una dramaturgia nacional de creación colectiva, tomando como punto de partida obras literarias nacionales.
Motivado por esto, el director hizo la adaptación de la obra Popol Vuh, que ha sido puesta en escena en varias ciudades, y el nuevo proyecto es el montaje de la obra “Blanca Olmedo”, inspirada en la novela del mismo nombre, que será estrenada en octubre y en la que los actores están inmersos tanto en el diseño del vestuario, escenografía y la música.