Tegucigalpa, Honduras
El periodismo es una profesión exigente que demanda tiempo, entrega y sacrificio para quienes la ejercen desde cualquier escenario.
Es precisamente por ello que en el marco del Día del Periodista destacamos los testimonios de Rosendo García y Sagrario Lagos, Kenia Torres y Enrique Lanza, Arnaldo Estrada y Jimena Andino, tres parejas entre colegas que comparten su pasión por esta carrera y que a pesar del compromiso de tiempo que implica ejercerla han logrado formar una familia.
Compromiso, respeto y, sobre todo, una buena comunicación han sido ingredientes importantes para establecer las bases de su hogar y dedicar un tiempo de calidad a los suyos sin descuidar la responsabilidad de informar, educar y entretener a sus audiencias.
Para construir estas historias de amor, cupido se las ingenió para recorrer los pasillos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras o propiciar encuentros casuales en las coberturas periodísticas, donde fuera posible entablar una tertulia más allá de compartir temas de la fuente asignada o debatir criterios periodísticos entre colegas.
Hoy en día aquel vínculo de amistad cultivado en el ejercicio de una profesión en común creció y fue así como dio a luz tres familias que a diario se esfuerzan por mantener un equilibrio entre el absorbente mundo de los medios de comunicación y las relaciones públicas, sin descuidar el espacio de convivencia con sus seres queridos.
Logros profesionales, homenajes, coberturas, desvelos y muchas experiencias juntos han llenado su vida de momentos valiosos como pareja y compañeros. “No te cases con un periodista” y “las relaciones entre colegas no funcionan”, ambos tuvieron que romper estos y otros tabúes para defender su relación y construir un futuro juntos.
Rosendo García y Sagrario Lagos, eternos amigos y compañerosSus vidas se cruzaron entre las arduas jornadas de sus coberturas periodísticas en 1997, Rosendo García en HRN y Sagrario Dávila en diario La Tribuna. La interacción y el diálogo fresco entre ambos fue la receta perfecta para que “Chendo”, como cariñosamente se le conoce entre sus amigos, descubriera las mayores virtudes de la que hoy es la madre de sus tres hijos: Rodrigo , Paola y Victoria. “Vi en ella una mujer con un corazón noble, su gentileza y amabilidad me conquistaron de inmediato”, relata el conocido periodista radial.
Al consultarle si alguna vez escuchó comentarios o apreciaciones negativas respecto a involucrarse con una colega, García afirma que nunca recibió malos comentarios ya que fue una relación directa de ambos y a medida que se fueron conociendo superaron cualquier dificultad como pareja. Al igual que muchos matrimonios, ellos también tienen sus momentos de desacuerdo ya sea por discusiones de temas periodísticos o criterios que no comparten en base a su análisis y experiencia en los medios de comunicación, pero que con la vía del diálogo se han podido solucionar.
Separando su vida laboral y respetando escenarios familiares con sus hijos es como Rosendo y Sagrario disfrutan su tiempo juntos y encuentran la mayor comprensión como esposos.
Arnaldo Estrada y Jimena Andino, romance a primera entrevista
Fue una historia de amor que nació en las aulas de la Escuela de Periodismo protagonizada por Jimena Andino y Arnaldo Estrada. “Él dice que fue amor a primera vista, pero a medida que nos fuimos conociendo coincidimos en nuestro carácter muy parecido y buen sentido del humor, lo que nos llevó a entablar una relación de amistad maravillosa”, confiesa Jimena.
Luego de siete años y medio se casaron un 7 de julio de 2012, convencidos de que el éxito depende de cómo se desempeñe cada uno en la profesión y sin hacer caso a los prejuicios de la sociedad ante el tabú de que “las relaciones entre periodistas no funcionan”.
Actualmente llevan ritmos de trabajo muy diferentes, ella se dedica al campo de las relaciones públicas y él es director de la revista vespertina “Está pasando”, que se transmite de lunes a viernes por canal 10. Confiesan que mantienen una buena comunicación y que son excelentes negociadores, ya que finalmente siempre encuentran el punto de equilibrio para ponerse de acuerdo. Sueñan con procrear un hijo juntos pronto, pero mientras Dios les envía esa bendición y comparten esa pausa laboral disfrutan comer antojitos y ver las noticias juntos. Además les encanta pasar los domingos en familia y hacer viajes que les ayuden a consolidarse como pareja.
Kenia Torresy Enrique Lanza, unidos por la pasión del deporte“A Kenia la había visto por televisión y admiraba mucho su profesionalismo, luego coincidimos en algunas coberturas de campo, la conocí y me encantó”, con esta espontaneidad el periodista Enrique Lanza describe a la que hoy es la mujer de su vida, la destacada cronista deportiva Kenia Torres.
Pese a que en algún momento determinado ambos tuvieron que defender su amor, los comunicadores afirman que no es fácil vencer la adversidad en una relación, pero mientras exista la convicción de estar en el camino y con la persona correcta es posible salir adelante.
“Más de alguna persona te dice cosas negativas, pero es mejor hacer caso omiso”, confiesa Kenia. Llevan cinco años de vida en pareja durante los cuales procrearon a su hijo Enrique Andrés, de 18 meses de edad. Ambos presumen su felicidad mientras disfrutan tiempo en casa y su afición por los deportes, especialmente el fútbol, aunque en asuntos del trabajo con el tema de Cristiano-Messi aseguran que nunca se ponen de acuerdo. “para mí el mejor jugador del mundo es Cristiano, para ella es Messi; también Kenia es muy reservada cuando le toca hablar de su equipo favorito, yo me he declarado olimpista y sé que ella también lo es, pero a veces percibo que tiene simpatía por Motagua”, comenta Enrique.
Como en todo hogar, lograr el equilibrio entre trabajo y familia no es fácil, sin embargo, Enrique revela entre risas que tienen sus propias fórmulas y que son su marca registrada, “no difundiré lo que hacemos (ja, ja, ja), pero en general tratamos de tener tiempo de calidad”, asegura el cronista deportivo.
En su caso, Enrique viaja mucho por sus coberturas internacionales, por lo que él y su pareja tratan de disfrutar al máximo cada instante.