TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Debido a que el proceso electoral primario aún no se cierra, los pactos todavía no se concretan por completo, sin embargo, los movimientos que tienen como bandera la lucha contra la corrupción y la narcoactividad aseguran que no quieren unión con facciones lideradas por personas con credenciales delictivas.
Los políticos perdedores, según números del CNE, Luis Zelaya, Nelson Ávila y Wilfredo Méndez oficializaron este miércoles una alianza de sus movimientos, a la que se suma Salvador Nasralla, un hecho que se produjo argumentando un presunto fraude electoral en las pasadas elecciones primarias.
Por el momento, en tanto, no hay mucha claridad sobre la unión de Yani Rosenthal con Xiomara Castro, un vínculo que podría concretarse en los próximos días, avizoran expertos.
Las costosas elecciones primarias del domingo 14 de marzopasado, en el que participaron los partidos Liberal, Nacional y Libre, nuevamente demostraron que el respeto de la voluntad de los electores se pierde cuando se entra al conteo y registro de los votos. Es en esta etapa del proceso electoral donde desaparecen los valores morales de la mayoría de los políticos y de sus activistas.
De acuerdo con analistas consultados, lo que normalmente se considera una fiesta cívica al final del día se convierte en un evento lleno de delitos electorales que nadie persigue, produciendo indignación, desilusión, discordia, impotencia e inestabilidad social.
Las trampas, la alteración de actas, la manipulación del escrutinio, esta vez nuevamente golpearon muy fuerte a los partidos Liberal y Libre a tal extremo que la unidad de sus facciones y las alianzas entre partidos se aleja, perdiéndose con ello la capacidad de que la oposición le dispute el poder al Partido Nacional.
Honduras, uno de los países más empobrecidos del mundo con una pandemia tanto de covid-19 como de corrupción y ahora también con un calificativo de “narcoestado”, se gastó nada menos que mil 100 millones de lempiras (unos 47.5 millones de dólares) en un proceso electoral primario que resultó un fiasco para los ciudadanos y un dolor de cabeza para los participantes a cargos de elección popular.
Se requiere de unión y de una figura que quiera servir a las personas más vulnerables y rescatar la institucionalidad, sostuvo el analista Josué Murillo.
A su criterio, una alianza de los partidos que en este momento se encuentran en el extremo de la oposición sería oportuno, ya que el Partido Nacional siempre se ha caracterizado por dejar las discordias a un lado y girar en torno a ese candidato o candidata que busca asumir la presidencia.
“Si después de los resultados finales de los comicios internos los partidos no quieren hacer alianzas sus posibilidades de victoria se ven disminuidas. Ya sabemos que hay un sistema electoral que no nos garantiza el pleno derecho a la participación electoral debido a las falencias e inconsistencias. Sabemos que aquí se planifican cosas en la oscuridad para contrarrestar o contravenir la voluntad del ciudadano”, lamentó.
En ese sentido, es necesario que la oposición dialogue y trate de generar esas alianzas estratégicas, pero algo que podría entorpecer el tema es la incompatibilidad de valores y de principios entre los candidatos, reflexionó Murillo.
Él es del criterio que “si Luis Zelaya no resulta el candidato del Partido Liberal va a tener una alianza con Salvador Nasralla, eso es algo que se viene cocinando desde hace mucho tiempo, pero eso obligaría a Luis a dejar las filas del Partido Liberal, llevándose una facción, sobre todo a ese voto joven”.
Por otro lado, en cuanto a si la militancia de Libre va a estar de acuerdo en una alianza con Yani Rosenthal, Murillo dijo: “En la base de ese partido hay gente muy pensante, muy intelectual, un ejemplo es el doctor Nelson Ávila, un fenómeno en el marco de estas elecciones internas, desafortunadamente descubierto demasiado tarde, los jóvenes estaban buscando ese perfil que tuviera un bagaje académico intelectual, un profesional de esa altura”.
“Creo que personas como él, que enarbolan ciertos principios, ciertos criterios estarían en desacuerdo con esta posible alianza; pero también hay que recordar que la mayoría de la militancia de Libre gira en torno a la fuerte figura de Manuel Zelaya, en ese sentido si él dice que ese es el camino a seguir no me queda la menor duda de que así sucederá”, analizó.
Sobre la posibilidad de que una oposición dividida gane las próximas elecciones, Murillo sostuvo que “en la política nadie está seguro y sobre todo con los mecanismos electorales”.
“En la medida que el mecanismo asegure transparencia posiblemente la oposición aun fraccionada puede llegar al poder, pero lo más lógico es que todos los movimientos de oposición se unan en un frente común y conformes un gobierno de unidad nacional, un gobierno que trate de superar todas esas crisis internas”, valoró.
El problema es que hay proyectos de partidos políticos con figuras que quieren el estrellato, no les importa el fin de su partido político y más el de toda la sociedad, o de las personas más vulnerables, y quieren perfilarse como el centro de toda la dinámica electoral.
“Esto es el reflejo de una clase política verdaderamente mezquina y carente de amor por el prójimo, lo contrario a ese político en sentido figurado que pasa lavándole los pies a las personas más pobres y no solo se servirse de ellos y de su voto, esto es lo que a nosotros como ciudadanos de a pie, los que pensamos y razonamos el voto, nos genera repulsión”, criticó.
“Si Luis Zelaya gana es seguro que hará alianza con Salvador Nasralla, sin que se cierre la alianza con Mel. Por el otro extremo si gana Yani la alianza es con Mel, incluso Mel lo ha dicho y ahora lo están diciendo sus seguidores”.
En el caso del Partido Nacional, la situación es distinta. Esta institución política a pesar de las divergencias internas dejadas por el proceso primario va a ir a los comicios generales de manera unida con la finalidad de sostener el poder, añadió Orellana.
Agregó que será muy difícil que la oposición gane si no alcanza la unidad. La división que hay en este momento en la oposición es terrible. “Escuché a la candidata de Libre decir que la alianza de Libre es con los movimientos sociales, excluye a los partidos políticos y si es así, el riesgo de que Juan Orlado se quede en el poder es real”.
En cuanto a que Xiomara Castro pueda llegar al poder, sin la interferencia ideológica de Estados Unidos, el criterio de Orellana es que “si usted no dice que es comunista ellos lo aceptan, aunque sea usted el peor de los criminales, o un narcotraficante, así que en el caso de Xiomara debe preocuparse por no decir que es comunista”.
¿O sea que con Yani no habrá problemas entonces?, se le consultó y el exfiscal respondió: “Yo no veo que no tenga posibilidades. Yani no es un criminal; me refiero a que si ganara El Cachiro la presidencia, (Estados Unidos) le abriría las puertas”.
El problema de Honduras radica en “que estamos votando por delincuentes, el riesgo es que el gobierno siga siendo víctima de las redes de corrupción. Si usted revisa todos los candidatos a la presidencia con la excepción Luis, Xiomara y Salvador han tenido problemas con la justicia y en cuanto a los candidatos a diputados una gran mayoría están procesados, están siendo investigados, o han sido condenados”.
El hondureño, prosiguió, no sabe elegir porque los políticos manejan un patrón que tiene como regla mantener en la pobreza extrema al pueblo, con una educación mediocre y con una sumisión que difícilmente le da la suficiente perspectiva a la gente para poder comprender que votar por esos individuos es preservar y permanecer en esa situación de mansedumbre.
El que se considere a los hondureños como “pendejos” que por una carne asada y una cerveza van a votar por determinado político, como trascendió en un juicio en Nueva York, “es un calificativo injusto, no es correcto, pero sí hay un problema de cultura política y eso se revela en que votamos por jugadores de fútbol, votamos por payasos, por mujeres que muchas veces solo es que tienen cara y cuerpo bonito, o votamos por aquellos que están más expuestos mediáticamente. Es un problema serio de cultura político”, lamentó el exfiscal general.
Tanto Murillo como Orellana consideran que los valores morales y el comportamiento egocéntrico de los líderes de los movimientos del partido Liberal y de Libre, determinarán el futuro de las alianzas en la oposición.
Los políticos perdedores, según números del CNE, Luis Zelaya, Nelson Ávila y Wilfredo Méndez oficializaron este miércoles una alianza de sus movimientos, a la que se suma Salvador Nasralla, un hecho que se produjo argumentando un presunto fraude electoral en las pasadas elecciones primarias.
Por el momento, en tanto, no hay mucha claridad sobre la unión de Yani Rosenthal con Xiomara Castro, un vínculo que podría concretarse en los próximos días, avizoran expertos.
Las costosas elecciones primarias del domingo 14 de marzopasado, en el que participaron los partidos Liberal, Nacional y Libre, nuevamente demostraron que el respeto de la voluntad de los electores se pierde cuando se entra al conteo y registro de los votos. Es en esta etapa del proceso electoral donde desaparecen los valores morales de la mayoría de los políticos y de sus activistas.
De acuerdo con analistas consultados, lo que normalmente se considera una fiesta cívica al final del día se convierte en un evento lleno de delitos electorales que nadie persigue, produciendo indignación, desilusión, discordia, impotencia e inestabilidad social.
Las trampas, la alteración de actas, la manipulación del escrutinio, esta vez nuevamente golpearon muy fuerte a los partidos Liberal y Libre a tal extremo que la unidad de sus facciones y las alianzas entre partidos se aleja, perdiéndose con ello la capacidad de que la oposición le dispute el poder al Partido Nacional.
Honduras, uno de los países más empobrecidos del mundo con una pandemia tanto de covid-19 como de corrupción y ahora también con un calificativo de “narcoestado”, se gastó nada menos que mil 100 millones de lempiras (unos 47.5 millones de dólares) en un proceso electoral primario que resultó un fiasco para los ciudadanos y un dolor de cabeza para los participantes a cargos de elección popular.
Vea: CNE ratifica apertura total a todas las áreas del proceso de escrutinio
Sacrificio de egos
Los analistas consideran que si la oposición quiere acceder al poder, por un lado, tiene que generar una alianza estratégica y, por otro, los líderes tendrán que sacrificar sus propios egos, en una carrera por alcanzar un fin común.Se requiere de unión y de una figura que quiera servir a las personas más vulnerables y rescatar la institucionalidad, sostuvo el analista Josué Murillo.
A su criterio, una alianza de los partidos que en este momento se encuentran en el extremo de la oposición sería oportuno, ya que el Partido Nacional siempre se ha caracterizado por dejar las discordias a un lado y girar en torno a ese candidato o candidata que busca asumir la presidencia.
“Si después de los resultados finales de los comicios internos los partidos no quieren hacer alianzas sus posibilidades de victoria se ven disminuidas. Ya sabemos que hay un sistema electoral que no nos garantiza el pleno derecho a la participación electoral debido a las falencias e inconsistencias. Sabemos que aquí se planifican cosas en la oscuridad para contrarrestar o contravenir la voluntad del ciudadano”, lamentó.
En ese sentido, es necesario que la oposición dialogue y trate de generar esas alianzas estratégicas, pero algo que podría entorpecer el tema es la incompatibilidad de valores y de principios entre los candidatos, reflexionó Murillo.
Él es del criterio que “si Luis Zelaya no resulta el candidato del Partido Liberal va a tener una alianza con Salvador Nasralla, eso es algo que se viene cocinando desde hace mucho tiempo, pero eso obligaría a Luis a dejar las filas del Partido Liberal, llevándose una facción, sobre todo a ese voto joven”.
Por otro lado, en cuanto a si la militancia de Libre va a estar de acuerdo en una alianza con Yani Rosenthal, Murillo dijo: “En la base de ese partido hay gente muy pensante, muy intelectual, un ejemplo es el doctor Nelson Ávila, un fenómeno en el marco de estas elecciones internas, desafortunadamente descubierto demasiado tarde, los jóvenes estaban buscando ese perfil que tuviera un bagaje académico intelectual, un profesional de esa altura”.
“Creo que personas como él, que enarbolan ciertos principios, ciertos criterios estarían en desacuerdo con esta posible alianza; pero también hay que recordar que la mayoría de la militancia de Libre gira en torno a la fuerte figura de Manuel Zelaya, en ese sentido si él dice que ese es el camino a seguir no me queda la menor duda de que así sucederá”, analizó.
Sobre la posibilidad de que una oposición dividida gane las próximas elecciones, Murillo sostuvo que “en la política nadie está seguro y sobre todo con los mecanismos electorales”.
“En la medida que el mecanismo asegure transparencia posiblemente la oposición aun fraccionada puede llegar al poder, pero lo más lógico es que todos los movimientos de oposición se unan en un frente común y conformes un gobierno de unidad nacional, un gobierno que trate de superar todas esas crisis internas”, valoró.
El problema es que hay proyectos de partidos políticos con figuras que quieren el estrellato, no les importa el fin de su partido político y más el de toda la sociedad, o de las personas más vulnerables, y quieren perfilarse como el centro de toda la dinámica electoral.
“Esto es el reflejo de una clase política verdaderamente mezquina y carente de amor por el prójimo, lo contrario a ese político en sentido figurado que pasa lavándole los pies a las personas más pobres y no solo se servirse de ellos y de su voto, esto es lo que a nosotros como ciudadanos de a pie, los que pensamos y razonamos el voto, nos genera repulsión”, criticó.
Además: Precandidatos a alcaldes impulsaron triunfos de los presidenciables
Sin alianza no hay poder
Para el exfiscal general del Estado, Edmundo Orellana, hasta ahora solo se ha escaneado cierto porcentaje de las actas, pero independientemente de esos datos, las alianzas están muy claras desde antes.“Si Luis Zelaya gana es seguro que hará alianza con Salvador Nasralla, sin que se cierre la alianza con Mel. Por el otro extremo si gana Yani la alianza es con Mel, incluso Mel lo ha dicho y ahora lo están diciendo sus seguidores”.
En el caso del Partido Nacional, la situación es distinta. Esta institución política a pesar de las divergencias internas dejadas por el proceso primario va a ir a los comicios generales de manera unida con la finalidad de sostener el poder, añadió Orellana.
Agregó que será muy difícil que la oposición gane si no alcanza la unidad. La división que hay en este momento en la oposición es terrible. “Escuché a la candidata de Libre decir que la alianza de Libre es con los movimientos sociales, excluye a los partidos políticos y si es así, el riesgo de que Juan Orlado se quede en el poder es real”.
En cuanto a que Xiomara Castro pueda llegar al poder, sin la interferencia ideológica de Estados Unidos, el criterio de Orellana es que “si usted no dice que es comunista ellos lo aceptan, aunque sea usted el peor de los criminales, o un narcotraficante, así que en el caso de Xiomara debe preocuparse por no decir que es comunista”.
¿O sea que con Yani no habrá problemas entonces?, se le consultó y el exfiscal respondió: “Yo no veo que no tenga posibilidades. Yani no es un criminal; me refiero a que si ganara El Cachiro la presidencia, (Estados Unidos) le abriría las puertas”.
El problema de Honduras radica en “que estamos votando por delincuentes, el riesgo es que el gobierno siga siendo víctima de las redes de corrupción. Si usted revisa todos los candidatos a la presidencia con la excepción Luis, Xiomara y Salvador han tenido problemas con la justicia y en cuanto a los candidatos a diputados una gran mayoría están procesados, están siendo investigados, o han sido condenados”.
El hondureño, prosiguió, no sabe elegir porque los políticos manejan un patrón que tiene como regla mantener en la pobreza extrema al pueblo, con una educación mediocre y con una sumisión que difícilmente le da la suficiente perspectiva a la gente para poder comprender que votar por esos individuos es preservar y permanecer en esa situación de mansedumbre.
El que se considere a los hondureños como “pendejos” que por una carne asada y una cerveza van a votar por determinado político, como trascendió en un juicio en Nueva York, “es un calificativo injusto, no es correcto, pero sí hay un problema de cultura política y eso se revela en que votamos por jugadores de fútbol, votamos por payasos, por mujeres que muchas veces solo es que tienen cara y cuerpo bonito, o votamos por aquellos que están más expuestos mediáticamente. Es un problema serio de cultura político”, lamentó el exfiscal general.
Tanto Murillo como Orellana consideran que los valores morales y el comportamiento egocéntrico de los líderes de los movimientos del partido Liberal y de Libre, determinarán el futuro de las alianzas en la oposición.
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