Tegucigalpa, Honduras
La maldición del campeón volvió a cumplirse como Italia en 2010 y España en 2014. Ahora, Alemania que solamente tenía que ganarle a Corea del Sur para seguir con vida en la Copa del Mundo celebrada en Rusia luego de la victoria de Suecia sobre México de 3-0, sucumbió 2-0 y se marcha en la primera ronda.
Entusiasmos y optimismo fueron las emociones que sintieron hoy en los primeros minutos del encuentro la colonia alemana que reside en el país en un hotel de la capital, lo opuesto al embajador de Corea del Sur, Seangki Shin quien dijo que su escuadra no avanzaría mucho en el campeonato, 'lo veo difícil', consideró antes del partido.
Y es que en los pronósticos, nadie creía que Alemania no le ganara a Corea del Sur. El protagonismo alemán era mayor, se hizo del balón y su volumen ofensivo fue creciendo, pero sin poder definir ante el muro surcoreano.
'Creo que avanzaremos a la siguiente fase, es una tradición de equipos alemanes y hasta de la selección ir mejorando en los campeonatos juego a juego. Espero que en este Mundial también sea así', dijo con optimismo durante el partido el embajador de Alemania en Honduras, Thomas Wriessnig.
Toda la esperanza estaba en la parte complementaría, el asedio ofensivo de los teutones seguía pero sin efectividad, el tiempo transcurría y la desesperación se fue apoderando de los europeos en el ambiente.
'No han marcado gol, pero hay tiempo todavía, puede ocurrir en cualquier momento', mencionó Wriessnig cuando se jugaban 75 minutos de partido. 'Todavía hay una oportunidad de hacer algo', apuntó Shin.
Llegando a la recta final, parecía que ambas selecciones se iban eliminadas sin goles, y los coreanos sin poder llevarse al menos una victoria en el certamen, pero ocurrío lo inesperado. A los 90+2, Kim Young-Gwon anotó el primer gol, en una jugada que necesitó del VAR tras el toque desafortunado de Kroos y así dejaron en silencio el lugar y sólo se escuchaban los gritos de los pocos coreanos presentes.
Pero faltaba uno más para terminar de matar el sueño alemán, a los 90+6 cayó la lápida, Son Heung-Min marcó el segundo, lo que desató una alegría en el embajador coreano y la comunidad.
La familia alemana quedó perpleja. Imposible lo que estaban viendo. No había palabras para describir lo sucedido. Algo histórico y enorme había pasado. La campeona del mundo eliminada por primera vez en fase de grupos. Un nudo en la garganta mientras en el salón celebraban los coreanos, orgullosos por la proeza.
La maldición del campeón volvió a cumplirse como Italia en 2010 y España en 2014. Ahora, Alemania que solamente tenía que ganarle a Corea del Sur para seguir con vida en la Copa del Mundo celebrada en Rusia luego de la victoria de Suecia sobre México de 3-0, sucumbió 2-0 y se marcha en la primera ronda.
Entusiasmos y optimismo fueron las emociones que sintieron hoy en los primeros minutos del encuentro la colonia alemana que reside en el país en un hotel de la capital, lo opuesto al embajador de Corea del Sur, Seangki Shin quien dijo que su escuadra no avanzaría mucho en el campeonato, 'lo veo difícil', consideró antes del partido.
Y es que en los pronósticos, nadie creía que Alemania no le ganara a Corea del Sur. El protagonismo alemán era mayor, se hizo del balón y su volumen ofensivo fue creciendo, pero sin poder definir ante el muro surcoreano.
'Creo que avanzaremos a la siguiente fase, es una tradición de equipos alemanes y hasta de la selección ir mejorando en los campeonatos juego a juego. Espero que en este Mundial también sea así', dijo con optimismo durante el partido el embajador de Alemania en Honduras, Thomas Wriessnig.
Toda la esperanza estaba en la parte complementaría, el asedio ofensivo de los teutones seguía pero sin efectividad, el tiempo transcurría y la desesperación se fue apoderando de los europeos en el ambiente.
'No han marcado gol, pero hay tiempo todavía, puede ocurrir en cualquier momento', mencionó Wriessnig cuando se jugaban 75 minutos de partido. 'Todavía hay una oportunidad de hacer algo', apuntó Shin.
Llegando a la recta final, parecía que ambas selecciones se iban eliminadas sin goles, y los coreanos sin poder llevarse al menos una victoria en el certamen, pero ocurrío lo inesperado. A los 90+2, Kim Young-Gwon anotó el primer gol, en una jugada que necesitó del VAR tras el toque desafortunado de Kroos y así dejaron en silencio el lugar y sólo se escuchaban los gritos de los pocos coreanos presentes.
Pero faltaba uno más para terminar de matar el sueño alemán, a los 90+6 cayó la lápida, Son Heung-Min marcó el segundo, lo que desató una alegría en el embajador coreano y la comunidad.
La familia alemana quedó perpleja. Imposible lo que estaban viendo. No había palabras para describir lo sucedido. Algo histórico y enorme había pasado. La campeona del mundo eliminada por primera vez en fase de grupos. Un nudo en la garganta mientras en el salón celebraban los coreanos, orgullosos por la proeza.