El director General de Transporte, Blas Ramos, fue protagonista de un escándalo por supuesta corrupción y negligencia estatal que fue ventilado en la sesión de Consejo de Ministros en julio pasado.
Ramos informó al presidente Porfirio Lobo que un equipo de básculas móviles adquiridas para controlar el peso de rastras y camiones fue extraviado al interior de la Secretaría de Obras Públicas Transporte y Vivienda (Soptravi).
El funcionario informó sobre la pérdida de esta maquinaria tomando por sorpresa al presidente Porfirio Lobo, quien no salía del asombro ante la denuncia del extravío.
La revelación despertó el asombro del mandatario quien, incluso, hizo a su funcionario que repitiera varias veces la denuncia y seguidamente lo cuestionó por no haber informado antes sobre el robo a la Presidencia de la República. De inmediato el mandatario ordenó a la Policía investigar, logrando recuperar algunas de las básculas.