Comayagua, Honduras
Desde hace 11 años, Tania Zepeda llega todos los días al crematorio de la ciudad para recoger botellas y latas que luego vende por libra. Así lleva dinero a su hogar para la alimentación y educación de sus cinco hijos.
“Tengo 11 años de venir a recoger botes de refresco para poder hacer dinero y mantener a mis cinco hijos, darles la educación ya que todos estudian y tengo una hija que está en bachillerato a punto de graduarse”, dijo Zepeda.
La humilde mujer es parte de las 30 familias que gracias a la venta de botellas y otros desechos que sacan del crematorio se logran sostener.
Según los pepenadores del crematorio, logran hacer entre 80 y 100 lempiras diarios al comercializar unas 10 libras de botes y latas.
Lo lamentable es que estas personas corren el riesgo inminente de contraer una enfermedad ya que no usan ningún equipo de protección.
Empero, después de que Salud y la Fiscalía del Medio Ambiente emplazaran a la alcaldía de Siguatepeque para que inicie el tratamiento adecuado de desechos, ellos temen que les impidan el ingreso al crematorio y perder esa fuente de trabajo.
La comuna tiene dos meses para iniciar un plan de mejora que consiste en hacer un muro perimetral, celdas parecidas a las de un relleno sanitario para enterrar la basura y otros sistemas para reducir la contaminación existente que perjudica a miles de habitantes.