NACO, CORTÉS.- La presidenta Xiomara Castro y la subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, visitaron las instalaciones de la olvidada cárcel en el sector de La Acequia, Santa Bárbara, una comunidad que colinda con Naco, Cortés.
El objetivo de la visita fue inspeccionar el lugar en busca de rehabilitar el proyecto y reubicar a unos 2,500 privados de libertad.
El centro penal se encuentra en un terreno de 200 hectáreas y desde 2016 se detuvieron las obras a pesar de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La inspección se da bajo el proceso de intervención al sistema penitenciario del país y las medidas anunciadas por la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva.
El plan establece en su quinto punto “el traslado y reubicación de los privados de libertad de los cuatro centros penitenciarios con mayor concentración, considerando la gravedad de los crímenes acusados y el estado del proceso”.
Tras habilitar el centro penal de Naco se procederá a reubicar a los reos de Támara, Francisco Morazán; “El Pozo” en Ilama, Santa Bárbara; La Tolva en Morocelí, El Paraíso; y la cárcel de Siria, en el municipio de El Porvenir, Francisco Morazán.
Además, el gobierno reclasificará y aislará a los privados de libertad vinculados con la criminalidad organizada, maras y pandillas, tráfico de drogas y armas; por lo que se hará un estudio y las instalaciones de Naco podrían acoger a estos presos.
Rehabilitación
La construcción de esta prisión surgió luego de que el 17 de mayo de 2004 un total de 107 privados de libertad del centro penal de San Pedro Sula perdieran la vida como consecuencia de un incendio.
Osmín Bautista, ingeniero civil e integrante de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), fue uno de los supervisores de la obra hasta que se detuvo en 2016.
Bautista precisó que se realizaron informes sobre la construcción, investigada también por el Ministerio Público, y se hizo un cálculo en 2020 sobre la inversión para finalizar la cárcel.
“En 2020 se detalló que se ocupaban unos 800 millones de lempiras para concluir la construcción de la cárcel de Naco”, afirmó el empresario.
Por su parte, Sandra Rodríguez, comisionada del Mecanismo Nacional de Prevención contra la Tortura (MNP-Conaprev), contó que “la cárcel de Naco significa una gran erogación de fondos para el Estado, tendrían que ver la condición térmica en los módulos y precios en la actualidad”.