Tegucigalpa, Honduras
Ahogada en llanto estaba el jueves una madre mientras el personal de la morgue sacaba el cuerpo de su hijo para entregárselo.
“Dios mío, dame fuerzas, por favor, es mi hijo”, exclamaba la madre envuelta en llanto mientras su hija mayor trataba de consolarla.
“Adiós, mi amor, ya no te voy a volver a ver, mi amor... qué dolor”, se lamentaba la señora mientras acariciaba el ataúd de su hijo.
La víctima mortal es Osman Enrique Midence (22), quien fue torturado y asesinado por pandilleros.
El joven desapareció el pasado lunes y ese mismo día lo asesinaron; sin embargo, el cuerpo fue encontrado hasta el miércoles en horas de la noche en un estado avanzado de descomposición.
Los restos humanos flotaban en el agua del río Choluteca, a la altura de la colonia Sagastume.
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Hecho
Osman laboraba como repartidor en un camión distribuidor cuando fue interceptado el lunes por un pandillero que lo secuestró bajo amenazas.
Horas más tarde, los malhechores llamaron a la madre del joven y le dijeron: “¿Lo querés ver vivo?, pagá 25 mil lempiras por este perro”.
En la segunda llamada la abuela del muchacho imploró que le permitiera escuchar su voz para saber si estaba vivo, sin embargo, no se lo concedió, pues ya lo habían asesinado.