TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Seis años atrás, dos jovencitos enamorados, casi unos niños, decidieron unir sus vidas y comenzar a darle forma a su futuro.
Como si se tratara de un trozo de madera rústico, cargaron ese amor inexperto, pero que con el paso de los años se ha convertido en una verdadera obra de arte.
Se trata de Jeremías López y Karina Carrillo, una pareja de muchachos emprendedores que con tenacidad, cariño, compresión y dedicación le dieron vida a su pequeña mueblería llamada Rústicos del Valle. Está ubicada en el kilómetro 15 de la carretera hacia el fresco municipio de Valle de Ángeles, allí se ven los bonitos acabados.
Jeremías es emprendedor y un carpintero nato, Karina, su sustento, no solo en lo personal, también lucha a la par, lijando la rústica madera, pintando y ofreciendo los muebles a los clientes.
Cuando ambos se juntaron, como es tradición en las comunidades rurales del país, él tenía 20 años, ella 15, pero desde un año atrás estaban enamorados.
Jeremías tenía que buscar la forma de mantener su hogar y sacó cursos de carpintería en el Infop, donde aprendió lo esencial para emprender una pequeña empresa.
Con el conocimiento, unas pocas herramientas y la ayuda idónea decidió aventurarse en el mundo de los muebles rústicos, que ahora son una tendencia en Honduras.
Esfuerzo
Con los ojos brillosos y las manos untadas de barniz, Karina recordó que “primero comenzamos con cuatro sillas hechas a puro serrucho, siempre los dos ayudándonos y gracias a Dios nos fuimos levantando”.
Él la tomó de la mano y viéndola con ternura dijo con orgullo que “ella ha aprendido bastante, me ayuda a atornillar, a lijar y a pintar, es una ayuda mutua, siempre estamos juntos”.
En los cinco años que tienen de vivir como pareja procrearon a la pequeña Nazareth, que tiene tres años, construyeron su casa y ahora solo esperan cumplir uno de sus sueños más grandes.
“Antes de tener a nuestro segundo hijo nos vamos a casar, ya nos estamos preparando, estamos engordando la vaca”, contó con alegría Jeremías.
Casi al instante y siempre tomados de sus manos, ella expresó, “se llama Lola, le damos tusas, zacate y repollos”.
La pareja de artesanos, fabrican todo tipo de muebles: mesas, comedores, sillas, repisas, libreros, muebles para lavamanos y el diseño que les lleve el cliente.
Las personas que quieran adornar sus casas y negocios con la sobriedad y belleza de la madera, puede comunicarse con esta emprendedora pareja al número celular 8803-6630.