TEGUCIGALPA, HONDURAS.-En el longevo barrio Guanacaste hay una morada donde todos los menores y adultos sin oportunidades, excluidos por el sistema, son bienvenidos.
En la esquina opuesta a la Escuela José Cecilio del Valle está la Fundación de Arte Cultura y Oficios Corporativos (FACOC), un lugar donde los más desamparados pueden encontrar un taller lleno de esperanza para trazar el camino hacia un mejor futuro.
La misión es formar emprendedores y demostrar que para salir adelante no es necesario escapar de Honduras en una caravana a otro país o refugiarse en actividades ilícitas para obtener ingresos.
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Emprendimiento
La fundación sin fines de lucro se caracteriza por atender niños de la calle y jóvenes en riesgo social, exintegrantes de maras y pandillas y personas de la tercera edad.
El objetivo de enseñar un oficio es evitar que los jóvenes se acerquen a las estructuras criminales y que puedan ganarse la vida de una manera honrada al ofrecer lo aprendido en los talleres, a la sociedad.
En el interior de FACOC habita la cultura, el patrimonio material que se mezcla con manos laboriosas y el afán de los capacitadores mientras instruyen a sus alumnos.
El sonido de serruchos o los cuidadosos golpes que reciben los formones para dibujar meticulosas formas en madera pueden escucharse durante las capacitaciones de carpintería, ebanistería o talla en madera.
Cada partícula que se desprende de la madera al serrarla demuestra que el esfuerzo físico, además de transformar la madera, influye positivamente en los demás y logra forjar el carácter.
Entre otros oficios disponibles, también se ofrecen talleres de soldadura, electricidad, mecánica automotriz, laminado en oro y herrería.
Además de eso, se imparte enseñanza de tallado de escultura, pintura y trabajar cerámica y alfarería.
Hay que destacar que en el lugar los niños pueden recibir formación artística. Dibujar y moldear el yeso, la arcilla, piedra y hasta mármol es una opción.
Aparte del trabajo práctico, la entidad se encarga de inculcar valores y que las personas que tuvieron problemas con la ley puedan reincorporarse a la sociedad, para lograrlo cada participante recibe seguimiento de FACOC.
Si bien la falta de dinero para emprender es una realidad, la fundación también enseña a los alumnos a fabricar sus propias herramientas como formones, sierras de banco, entre otras.
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Ayuda
Pese a la loable labor que realizan, el lugar necesita más apoyo. Sus dificultades son muchas y tener más herramientas y materia prima para cada tipo de oficio ayudaría a cumplir una de las metas de la organización.
Con la ayuda adecuada, los productos fabricados por los jóvenes en riesgo social podrían llegar a exportarse y alcanzar mercados nacionales y extranjeros.
Si desea contribuir con la fundación y sacar del riesgo social a jóvenes y niños, llame al 9673-2914 y 9864-8341.
Asimismo, al correo facocarteycultura01@gmail.com o pueden realizar donaciones a la cuenta +21 402 1214215 (Banco de Occidente).