Los medios de comunicación chilenos siguen de cerca la novela de Natalia Ciuffardi, asociada al despilfarro del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), así lo narran los medios de ese pais:
Natalia Patricia Ciuffardi Castro (28) ya es conocida como la nueva Geisha chilena. Nunca se prostituyó ni menos escribió un libro con sus aventuras en Japón, pero al igual que Anita Alvarado, se involucró con un influyente perico acusado de un millonario choreo en otro país.
La historia de amor y poder partió acá en Chilito, donde la joven puentealtina con aspiraciones de modelo le robó el corazón al exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Mario Zelaya. Este último conoció a la auxiliar de enfermería Ruth Ciuffardi, tía de la Naty, y quedó pendado de su belleza.
Zelaya se estaba especializándose en ortopedia y traumatología en el Instituto Traumatológico de la Universidad de Chile, por lo que pasaba viajando hasta esta copia feliz del edén, donde se juntaba con Natalia. Eso si, Zelaya había olvidado mencionar un pequeño detalle: estaba casado y tenía tres hijos que lo esperaban en el céntrico país.
Pero todo este cuento de hadas se empezó a desmoronar lentamente, cuando Zelaya, director del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), una especie de AFP pública de por allá, comenzó a ser investigado por el monumental choreo de más de 230 millones de dólares a dicha entidad.
Pero Zelaya seguía con su doble vida. Trascendió que cuando pedía un mes de vacaciones, salía tres semanas con su familia hondureña y dejaba la colita para pasearse con su amante. Era tanto su amor por la chilena, que le regaló una operación para que se enchulara la delantera.
Dejó su semilla
Producto del furtivo romance, Zelaya dejó su semilla por acá y fue papi de un lindo niño. Incluso participó del parto y toda la ceremonia. De pasada le regaló varias propiedades y tocos de lujo a su amante chilena, todo comprado con el supuesto desfalco al estado hondureño.
Hasta que hace un par de días le cayó la teja en su país de origen y fue puesto a disposición de la justicia para que responda por los millones desaparecidos.
Los sabuesos de por allá se dejaron caer por estos lados para rochar hasta dónde saltaron tantos millones, por lo que pidieron cooperación a la justicia chilena para investigar a Ciuffardi. Los chiquillos de la PDI hicieron eco de la solicitud y tomaron detenida a Natalia, por el posible delito de lavado de activos.
“Mi hija es inocente, lo diré hoy, mañana y siempre. Lo que Mario Zelaya le haya dado a mi hija y sus propiedades fueron adquiridas antes que naciera mi nieto Juliano, y que eran para que su hijo no quedara desamparado y también para que mi hija se dedicara a su hijo”, pataleó Patricia Castro, mami de Natalia.
“Las acusaciones que caen sobre mi hija que sería cómplice de lavado de dinero son insólitas y mentiras. La he cuidado desde que llegó a vivir a ese país, he sido siempre su compañera. Me decidí acompañarla a Hondura porque es un país muy peligroso para los extranjeros. Lo que pedía el fiscal por la extradición de mi hija no lo voy a permitir, porque después a mi hija la van a devolver en un cajón”, agregó la mujer.
Fiscalía asegura que se compró cuatro propiedades en un día
La PDI le echó el guante a Natalia en su casa de Puente Alto acusada de lavado de activos. En simple: piensan que sabe de dónde provenía tanta maravilla y lujo que le obsequiaba Zelaya, entre las que se cuenta una cotota casa en la playa y tres tocos del año, cero millas.
“Creemos que tenía conocimiento de todo ello. Un indicio no menor es que en un día adquiere cuatro inmuebles por un valor de aproximadamente 200 millones de pesos. Eso para nosotros es un indicio suficiente de que estaba participando en operaciones irregulares”, indicó el fiscal Omar Mérida, de la Fiscalía Metropolitana Sur.
De pasada los investigadores hondureños solicitaron la extradición de la mujer para que responda por su supuesta participación en el blanqueo de billetes, pero como no existen tratados de este tipo entre Chilito y Honduras, la petición no prosperó.
“Ella siempre ha hecho una vida normal. Nunca tuvimos miedo ni temor de irnos de nuestro hogar, ni de escondernos ni arrancar. Somos inocentes y una familia muy unida, más con nuestro nieto que lleva sangre hondureña, pero es chileno”, dijo Patricia Castro, luego de escuchar en el tribunal de Puente Alto que su hija quedaba en libertad.
“Ella solo es la pareja del señor Zelaya, el cual es investigado en Honduras, esta es una investigación en curso. Lo que sí existe en esta causa es que mi representada tiene una relación sentimental con el señor Zelaya y que esta relación está avalada con un hijo.
Por lo tanto es una relación seria en la que es normal que el padre del niño lo mantenga de acuerdo a su nivel social”, explicó la abogada Jessica Acevedo, representante de la Naty.