CORTÉS, HONDURAS.- Dilcia Méndez, empleada del zoológico Joya Grande ubicado en Cortés, Honduras, recibió una notificación de audiencia de descargo. Esto se da en medio de acusaciones de desviación de fondos destinados al cuidado de los animales del recinto.
Al ser abordada para una entrevista, Méndez expresó su tranquilidad y disposición para colaborar con las investigaciones. “Me siento tranquila porque uno sabe cuando ha trabajado responsablemente. Estoy decidida a que vengan a hacer las investigaciones”, declaró.
Méndez también abordó la situación financiera del zoológico, señalando la escasez de ingresos como un factor limitante en el mantenimiento adecuado de las instalaciones. “Si las entradas (de dinero) fueran suficientes, estaríamos en otra condición”, añadió.
Según datos proporcionados, en Joya Grande residen actualmente 281 animales, incluyendo tanto especies domésticas como silvestres.
Sin embargo, la polémica ha surgido en torno al suministro de alimentos para estos animales, con acusaciones de que los empleados del recinto se apropiaban de los mismos.
Al respecto, Méndez afirmó que se sigue un protocolo para notificar a la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) cuando los suministros están por agotarse, tras lo cual esta entidad se encarga de realizar las compras necesarias.
“Nosotros avisamos cuando ya se va a acabar directamente a la OABI y ellos se encargan de hacer las compras, aquí manejamos los inventarios”, explicó.
Ella asegura que no administra el lugar
Sin embargo, la administradora negó ser la responsable directa de las decisiones administrativas en el recinto.
“Fui contratada como asistente administrativo, yo nunca he tomado decisiones, siempre he sido dirigida por un administrador de la OABI”, aclaró Méndez.
Además, aseguró que todo el dinero generado en el zoológico es remitido a una cuenta de la OABI y que para cualquier acción requiere autorización previa.