La escoba azul pasó por el Congreso Nacional, en donde han sido destituidos más de 400 empleados de distintas afiliaciones políticas.
Según conoció EL HERALDO, la administración del Congreso Nacional dispone de 22 millones de lempiras para el correspondiente pago de prestaciones laborales.
Gran parte del personal despedido viene desde la administración de Roberto Michelleti, pasando por la de Juan Orlando Hernández.
La barrida comprende personal asignado a diferentes bancadas y a aquellos diputados que no resultaron reelectos, casos de los partidos Nacional y Liberal, el Pinu, la Democracia Cristiana y el partido Unificación Democrática.
El personal supernumerario del Congreso se extendía a las diferentes comisiones en donde cada presidente contaba con motorista, conserje, secretaria y una aseadora.
Los sobres de despido circularon desde el viernes anterior y muchos de los despedidos ayer estaban gestionando firmas de los jefes de bancada para su continuidad.
El viernes anterior, varios jefes de bancada se reunieron con el presidente del Congreso para definir los espacios físicos que les serán asignados, así como el personal de secretarias y conserjes.
Por otra parte, el presidente del Congreso todavía no ha nombrado las 32 comisiones ordinarias de trabajo que señala la Ley Orgánica del Poder Legislativo, a las que también se asigna personal para su funcionamiento.