Honduras

Buscan abogados para niños inmigrantes

Unos 800 abogados de inmigración se han ofrecido como voluntarios para llevar casos, dijo la asociación de abogados de inmigración.

28.09.2014

Washington, Estados Unidos

La mayoría de los aproximadamente 60,000 niños centroamericanos que entraron por la frontera mexicana el año pasado, todavía no tienen abogados que los representen ante los tribunales de inmigración, y sus partidarios se esfuerzan por entrenar a voluntarios que los ayuden con la enorme acumulación de casos.

Como el número de niños inmigrantes no acompañados se duplicó durante el último año fiscal, ha aumentado la necesidad de abogados, que se ha exacerbado por la decisión de los tribunales de inmigración de acelerar los casos de los menores, efectuando las audiencias iniciales en semanas en vez de meses.

Los inmigrantes pueden presentarse con abogados a los tribunales de inmigración, pero no se les garantiza ni suministra a expensas del gobierno. En estos casos tener abogado puede significar una gran diferencia: mientras casi la mitad de los niños con abogado son autorizados a permanecer en el país, solo el 10% de quienes no tienen representación fueron autorizados a quedarse, según un análisis de casos hasta junio que efectuó la Universidad de Syracuse.

Se están extremando esfuerzos desde White Plains, en Nueva York, hasta Nueva Orleans para entrenar abogados de bufetes privados en las complicadas leyes migratorias y para aconsejarles cómo trabajar con niños traumatizados de habla española, muchos de los cuales huyen de la violencia, una situación muy distinta a la de los clientes ordinarios con los que los bufetes tratan a diario.

'Nos está yendo bastante bien para hallar abogados dispuestos. Los entrenamos y les asignamos algún niño', dijo Reid Trautz, director del centro de práctica y profesionalismo de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración. 'Solo que lleva tiempo'.

El mes pasado, el vicepresidente Joe Biden instó a los abogados a intensificar los esfuerzos para tomar los casos de los niños. Desde entonces, las ciudades de San Francisco y Nueva York han anunciado planes de asignar unos 2 millones de dólares para suministrar más abogados a los menores no acompañados. La legislatura de California aprobó 3 millones para ese propósito.

Unos 800 abogados de inmigración se han ofrecido como voluntarios para llevar casos, dijo la asociación de abogados de inmigración.

De igual manera han acudido numerosos abogados sin experiencia en ley migratoria. Reciben adiestramiento y se les pone con abogados versados en migración a fin de que dirijan los asuntos.

'Hemos tenido abogados fiscales, de empresas, bienes raíces, todos pueden participar', dijo Ricardo Martínez Cid, presidente de la Asociación de la Barra Cubano Estadounidense, que emprendió a principios de año un programa para representar a niños no acompañados en Miami.

Los defensores de los inmigrantes dijeron que los esfuerzos han funcionado, pero sin la celeridad deseada. Las organizaciones sin fines de lucro han incrementado su personal, pero carecen de abogados en inmigración con la suficiente experiencia para que lleven los casos o para que dirijan como voluntarios los asuntos.

Tampoco hay suficiente financiación de largo plazo para casos cuya solución pueda tardar más de un año, agregaron.

'Se trata bastante de una situación en la que se priorizan los asuntos y es muy decepcionante porque cuando alguien pide (asistencia) y se le dice que no, es muy improbable que encuentre asesoría', dijo Judy London, abogada directora del proyecto de derechos de los inmigrantes con el grupo de asistencia Public Counsel, con sede en Los Angeles.

Algunos menores solicitarán tarjetas de residencia permanente de acuerdo con un programa federal para niños víctimas de maltrato y abandono, mientras que buscan asilo los que han llegado huyendo de la violencia en El Salvador, Honduras y Guatemala.

Uno de los mayores retos de los abogados voluntarios es lograr que sus representantes expongan sus vidas cuando han sido víctimas de golpizas o violaciones, o cuando han visto el asesinato de amigos y parientes.

Jack Ross, abogado en el sur de California, dijo que se reunió en cuatro ocasiones con un cliente de 16 años antes de que éste le contara su historia.

El chico, que llegó al país hace dos años, huyó de la violencia que sufrió durante años de su padre y de la inacción de una policía que se rehusaba a protegerlo, apuntó.