El cardenal de Honduras Óscar Andrés Rodríguez presidió este martes junto al papa Francisco una eucaristía en la Basílica de San Pedro, previo al inicio de vigésima Asamblea General de Cáritas Internacional.
Desde hace ocho años, el máximo jerarca de la Iglesia Católica de Honduras preside la organización, que esta semana anunció que dejará.
Caritas Internationalis coordina las actividades de 165 organizaciones caritativas católicas en el mundo.
Este martes inició su 20ª asamblea general, la primera desde la elección como papa de Francisco, quien considera prioritaria la proximidad con los pobres.
El cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga invitó en una rueda de prensa a todas las organizaciones Cáritas nacionales -la última en adherirse fue la de Sudán del Sur- 'a responder a la invitación del Santo Padre de una Iglesia pobre para los pobres'.
La reunión debe decidir una estrategia para cuatro años y renovar profundamente al equipo dirigente.
Maradiaga recalcó los llamados 'Objetivos del Milenio' en la lucha contra la pobreza y sobre el medio ambiente, a pocos meses de la conferencia internacional sobre el clima prevista en París. El papa debe también publicar una próxima encíclica sobre 'los aspectos éticos de la ecología'.
El cardenal hondureño criticó con dureza a quienes defienden en Estados Unidos un 'capitalismo que no quiere renunciar a sus beneficios' y que critican la encíclica del papa antes de que se publique.
Maradiaga, muy cercano a Francisco, no puede volver a presentarse, tras haber cumplido dos mandatos de cuatro años. Su sucesor al frente de la mayor red caritativa no pública del mundo podría ser el carismático arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, estrella emergente del catolicismo asiático.
En declaraciones a Zenit, la agencia de noticias del Vaticano, el arzobispo de Tegucigalpa expresó que se queda 'con la alegría enorme de ver como la caridad dentro de la Iglesia es floreciente”'.
El prelado hondureño aseguró que durante su servicio frente a la prestigiosa organización ha podido “tocar ese amor cristiano tan grande en los cinco continentes, aún en las Cáritas más pobres”.