Los presidentes latinoamericanos se reunieron el miércoles para intercambiar políticas y mecanismos que permitan combatir el hambre, la pobreza, la obesidad y la desnutrición, que se han convertido en los principales problemas de la región y que afectan a millones de personas en el continente.
Al inaugurar la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente costarricense Luis Guillermo Solís aseguró que uno de los mayores retos de la región es garantizar la sostenibilidad de las políticas públicas que permitan profundizar la lucha en las áreas sociales y de salud.
'Trabajar juntos en estos procesos será clave para su éxito. La voz de la CELAC debe y tiene que escucharse y hacerse valer en el debate internacional aportando nuestras experiencias para incidir en sus resultados. Lo que está en juego nos incumbe a todas y todos: se trata de la agenda de desarrollo que orientará a la humanidad hasta el año 2030', declaró.
Pero también se habló de los últimos acontecimientos políticos en la región: el restablecimiento de las relaciones de Cuba con Estados Unidos.
El presidente cubano Raúl Castro aprovecho la tribuna y pidió que Estados Unidos derogue el embargo económico a la isla para continuar con el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas, iniciado el 17 de diciembre de 2013.
'Cuba y los Estados Unidos debemos aprender el arte de la convivencia civilizada, basada en el respeto a las diferencias de ambos gobiernos, en la cooperación. Pero no se debe pretender que para ello Cuba tenga que renunciar a sus ideales de independencia y justicia social, ni ceder ni un milímetro en la defensa de la soberanía nacional', afirmó el mandatario.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (entregó a los mandatarios un plan para erradicar el hambre en América Latina a más tardar en el año 2025.
El director ejecutivo de la Organización, José Graziano Da Silva, explicó que el plan aborda diversos aspectos relacionados con el hambre que padecen 37 millones de personas en la región, como lo son la institucionalidad, la agricultura familiar y el cambio climático.
Agregó que la iniciativa recoge políticas que ya han sido aplicadas en diversos países del continente para atender el hambre, como es el caso de las compras estatales a la producción de pequeños agricultores para abastecer a comedores escolares e incluye atacar otros fenómenos como la 'sub-nutrición' y la obesidad como formas de mala alimentación.
El director asegura que el plan mantiene un respeto por las prácticas tradicionales de alimentación en cada país, por lo que solo pretenden complementarlas, fortalecerlas y extenderlas a toda la población que las necesita.
'Definimos que la atención debe enfocarse en niños y mujeres, pues la mujer es la gran responsable de la alimentación en el hogar, es la que reparte la comida en la casa, planea alimentación', dijo Graziano.
El plan incluye la creación de un Programa Latinoamericano y Caribeño de provisión de alimentos ante desastres naturales, enfocado en la protección de pequeños productores agrícolas y con énfasis en los pequeños países insulares.
También establece un sistema de alimentación que contemple la inclusión de complementos nutricionales y controles sobre los niveles nutricionales en las escuelas, así como la promoción y creación de 'redes de protección alimentaria' para las poblaciones más pobres.
Graziano aseguró que la región ha sido exitosa al cumplir uno de los 'Objetivos del Milenio' al reducir a la mitad la cantidad de personas que padecen hambre y añadió que los países latinoamericanos tienen las condiciones y capacidad para llevar a cero esa estadística.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina, Alicia Bárcena, ratificó el respaldo de su organización al plan y recordó que en la región la pobreza afecta a 167 millones de personas según las cifras más actualizadas.