TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El censo nacional electoral tiene una vulnerabilidad de unas 700 mil inconsistencias, entre las que destacan alrededor de 200 mil personas que murieron a partir de 1996 y que aparecen como vivas.
Este será el primer aspecto que conocerá la Comisión Especial del Congreso Nacional que la próxima semana se reunirá con las autoridades del Registro Nacional de las Personas (RNP) para buscarle una solución al riesgo que se corre de no contar con una identidad a tiempo.
El propósito de estos diputados —que representan a todos los partidos políticos, menos al Pinu— es recoger una base de datos que les sirva para acondicionar unas elecciones primarias y generales sin problemas alejadas del fraude, denuncias e impugnaciones.
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Las primarias están programadas para el 14 de marzo y las generales el 28 de noviembre de 2021.
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Un exfuncionario del RNP, consultado por EL HERALDO, dijo estar seguro de que el padrón electoral está contaminado y que solo una nueva identidad lo volverá confiable.
El problema es que el proyecto “Identifícate”, que impulsa el RNP en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tiene un destino incierto por el avance del coronavirus.
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El éxito del programa dependerá del enrolamiento que por ahora solo ha podido avanzar en tres departamentos.
Según las fuentes del RNP, a los fallecidos, a muchos de los cuales se les ha suplantado sus nombres para votar (según denuncias), se les suman otras inconsistencias.
Entre ellas destacan centenares de miles de hondureños que están fuera del país de los que solo han votado 13,627 en los últimos cinco torneos cívicos.
Aparte, el padrón electoral contiene nombres de personas mal escritos, apellidos que no coinciden con el original, fechas de nacimiento inexactas y hasta sexos equivocados.
Para impulsar un proceso electoral alejado de los vicios del pasado con una nueva tarjeta de identidad, la Comisión Especial deberá hacer una propuesta concreta al pleno del Congreso
