Tegucigalpa, Honduras.- Por las calles de las ciudades y carreteras del país circulan más de 80 vehículos eléctricos, entre motocicletas y automóviles, abriendo la brecha para que Honduras entre al proceso de transición hacia una movilidad sostenible.
Los conductores conectan estos automotores a estaciones gratuitas de carga para que funcionen y que en los últimos dos años han proliferado en establecimientos comerciales de las principales ciudades también en sitios estratégicos como el aeropuerto internacional de Palmerola en Comayagua.
El crecimiento del parque vehicular eléctrico y la expansión de la infraestructura de carga son impulsados por empresas privadas que integran la Asociación de Movilidad Eléctrica de Honduras (Asomoveh) y la Secretaría de Energía, responsable de la ejecución de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica en Honduras.
Dante Mossi, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), es un actor clave para que Honduras avance a mayor velocidad hacia la electromovilidad que implica renunciar a los vehículos de combustión interna para usar automóviles eléctricos dentro de un plan de descarbonización de la economía.
En 2024 Mossi fundó la empresa Soluciones de Movilidad Eléctrica de Centroamérica (Solmeca) encargada de importar los vehículos e instalar las estaciones de carga compradas a la empresa Blink Charging con sede en Bowie, Maryland, Estados Unidos, pero que tiene una oficina regional en El Salvador.
“Con la venta de carros yo no voy a ganar, con la venta de cada carro voy a generar un margen para poner una estación de carga en cada lugar del país. Por eso están apareciendo las estaciones de carga a lo largo y ancho del país”, manifestó el extitular del BCIE, quien asegura que desde que usa carro eléctrico ha observado una reducción del 90% en sus gastos de movilidad.
Hasta marzo Solmeca ha instalado 12 estaciones de carga Blink y proyecta cerrar el año con 22.
Otras compañías
En paralelo a la empresa de Mossi, la compañía Vehículos Eléctricos S.A (Vesa) -distribuidor de automóviles Tesla- ha colocado otras estaciones de carga que entre todas hay alrededor de 30 unidades.
“El país no se ha quedado de brazos cruzados, pero nos hace falta un marco jurídico. En Guatemala, El Salvador y Costa Rica cuando uno importa un carro eléctrico no hay ningún arancel por su efecto positivo también en las finanzas públicas. En Honduras cobran dos impuestos: el Impuesto Sobre Venta que es el 15% y el Impuesto Selectivo al Consumo que es 10%”, detalló.
Las empresas que forman parte de Asomoveh (Solmeca, iMotors y Vesa) esperan que el Congreso Nacional apruebe una ley con el objetivo de ofrecer incentivos fiscales, seguridad y certidumbre jurídica a los vendedores y compradores que aspiran a reducir los costos e independizarse del consumo de combustibles fósiles.
Mossi indicó que “las grandes empresas no van a arriesgarse a vender un carro eléctrico en un país donde no hay reglas. Eso crea inseguridad jurídica sobre el si el carro que va a distribuir no violenta una norma jurídica y pone a Honduras en una relativa desventaja en Centroamérica, donde casi todos los países tienen una norma. La iniciativa de ley en la que está trabajando la Secretaría de Energía es muy buena y ojalá la pueda elevar a la Presidencia de la República y la remita al Congreso Nacional”.
En entrevista con EL HERALDO, también explicó que la Secretaría de Energía “tiene muy bien hecha la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica y ha buscado la asistencia adecuada de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional y la asesoría de Costa Rica que tiene la mejor práctica en Centroamérica”.
Mayor presencia
Según la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Brasil, México, Costa Rica, Colombia y Chile ocuparon el año anterior los primeros lugares en la región como países con mayor presencia de vehículos livianos electrificados (PHEV y BEV) en circulación.
“En términos de número de vehículos electrificados per cápita, el ranking lo lidera Costa Rica con 34.3 vehículos electrificados por cada 10,000 habitantes, siguiéndole Uruguay con 17.4, mientras que Brasil se ubica en el tercer puesto con siete vehículos electrificados por cada 10,000 habitantes”, plantea esa organización.
Mientras en Honduras, empresas fabricantes de productos y proveedores de servicios comenzaron hasta hace poco a sustituir sus flotas de vehículos de combustión interna por carros eléctricos, como la compañía Bimbo, que el año pasado incorporó más de una treintena de automóviles a las actividades de distribución de pan en el país.
Al desplazar los carros de gasolina y diésel, estas empresas tienen como meta reducir los costos operativos, atenuar el impacto negativo de los precios del petróleo en la economía y participar en la Estrategia Nacional de Descarbonización y Resiliencia Climática Honduras 2020–2050 para encarar los desafíos del cambio climático fenómeno ante el cual Honduras es uno de los países más vulnerables.
En 2024, Honduras importó alrededor de 28.5 millones de barriles de combustibles, cifra superior a los 26.8 millones de barriles comprados en 2023.
La factura petrolera del año pasado ascendió a 2,555 millones de dólares, cantidad que representó una carga significativa para la economía nacional.
De acuerdo con el Banco Central de Honduras (BCH), ese aumento “refleja la creciente demanda de combustibles para satisfacer los requerimientos del parque vehicular, así como para la generación de energía eléctrica (diésel y bunker)”.
El sector transporte representa el 37% del consumo total de energía en Honduras y genera aproximadamente el 43% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero.
La adopción de la movilidad eléctrica no solo mitigará el cambio climático, sino que también mejorará la calidad del aire y reducirá enfermedades respiratorias asociadas a la contaminación, consideran quienes impulsan estas nuevas tecnologías, a criterio de expertos.
Las empresas que venden carros eléctricos e instalan las estaciones de carga escogen no solo sitios estratégicos, sino socios o anfitriones responsables que utilicen paneles solares u otras fuentes renovables para que las también llamadas electrolineras estén disponibles las 24 horas y no dependan del suministro térmico, como Tela Marine, situado en Tela, que funciona con paneles fotovoltaicos.
Antal Börcsök, director del referido centro de investigaciones manifestó que la estación de carga Blink funciona perfectamente con energía solar y esto garantiza 24 horas de disponibilidad.
Honduras debe acelerar la adopción de vehículos eléctricos por los múltiples beneficios económicos y ambientales que aportan, consideró.
Sostuvo que “un vehículo eléctrico es más económico, lógico e inteligente para un país que necesita reducir gastos. Las personas que tienen un carro eléctrico gastan menos porque tiene menos piezas en movimiento que los carros de combustión interna que periódicamente hay que llevarlos a revisión y a los talleres. Este es un beneficio, además de la reducción de dióxido de carbono que logramos”.
En el barrio Santa Anita de San Pedro Sula el propietario de Master Auto Servicio, José Suazo tiene a disposición dos automóviles eléctricos para las personas interesadas en hacer pruebas gratuitas de manejo y explorar el funcionamiento de los cargadores.
“Desde hace un mes ofrecemos las pruebas de manejo a las personas interesadas. Tenemos dos carros eléctricos Centro, de dos puertas para cuatro personas. Estos carros son una sensación cuanto salimos con ellos a las calles. Los otros conductores nos pintan y hacen preguntas sobre ellos. Hay bastante interés en saber más sobre estos vehículos”, comentó.
Mientras Honduras da los primeros pasos, a nivel global países como Noruega, China, Países Bajos y Alemania lideran la transición hacia la movilidad eléctrica.
Noruega ha logrado que más del 80% de sus nuevas ventas de automóviles sean eléctricos, mientras que China, el mayor mercado del mundo, ha implementado subsidios y regulaciones para incentivar su uso, de acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).