TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con el objetivo de cuidar el ambiente y mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ha iniciado el proceso de cambiar su flota vehicular mediante la adquisición de autos eléctricos.
Además, el BCIE informó que esta transición hacia vehículos eléctricos tiene como objetivo principal incentivar y promover nuevas alternativas sustentables y sostenibles en la región. En respuesta a esta situación, el banco afirmó que cuenta con recursos disponibles para financiar la adquisición de este tipo de vehículos para los países socios.
“Asimismo, ha diseñado productos financieros para sus colaboradores para compra de vehículos híbridos y eléctricos, así como alternativas de generación energética para sus viviendas”, mencionó la institución financiera en un comunicado.
Y agregó que “El BCIE es pionero al iniciar la transición de su flota vehicular mediante la adquisición de vehículos eléctricos, estaciones de carga, entre otras acciones que contribuyen a la mitigación y adaptación de los efectos del cambio climático en el edificio Sede en Tegucigalpa, Honduras con miras a dar cumplimiento al Eje Transversal de Sostenibilidad Ambiental y Social de la Estrategia Institucional, así como al Objetivo de Desarrollo Sostenible 13, denominado Acción por el Clima”.
También menciona que “El BCIE al ser el Banco Verde de Centroamérica mantiene el fiel compromiso de mejorar la movilidad en nuestros países socios con formas de transporte más limpias y eficientes, y para ello es crucial trabajar con aliados estratégicos que permitan fabricar y hacer más asequibles los mismos, es por ello que se ha invitado a diferentes actores del sector privado de Honduras, para que se unan apostándole a la movilidad 100% eléctrica e introducir al mercado centroamericano vehículos más eficientes y menos contaminantes”.
Los vehículos eléctricos se consideran ecológicos debido a que no requieren de combustible para su funcionamiento. Además, generan cero emisiones de efecto invernadero, ya que utilizan una batería para alimentar su motor en lugar de quemar combustible internamente.
También requieren menor cantidad de aceites y líquidos refrigerantes, por lo que mejoran la calidad del aire y producen menos ruido que los vehículos convencionales, lo que aporta a un ambiente más amigable y con poca contaminación sonora.
