Tegucigalpa, Honduras
Una serie de grabaciones de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York revelan las comunicaciones que mantuvo Fabio Lobo con dos agentes encubiertos y los seis policías hondureños que ya se encuentra a cargo de la justicia de Estados Unidos.
El documento establece cómo Lobo y los seis agentes acusados se pusieron de acuerdo para montar su centro de operaciones en la ciudad de San Pedro Sula y desde allí conspirar para exportar drogas a Estados Unidos.
En las conversaciones, como si se tratase de una carrera de relevos, establecen la forma en que la droga iba a pasar de oficial en oficial por todo el litoral atlántico.
“Sí, viene a (La) Ceiba. Va, recoge, y la entrega. La entrega en (El) Progreso o por Guaymitas y lo agarran los otros”, manifiesta uno de los acusados en la conversación que fue grabada por dos agentes infiltrados de la DEA.
También establecieron horas en que se iba a llevar a cabo la operación. Así como el transporte para brindarle seguridad a la mercancía mientras pasaba por la ciudad de El Progreso.
“En una moto. Dos hasta en una patrulla, lo más tres. Pero, de las 12:00 de la noche a las 6:00 de la mañana no hay nadie”.
Asimismo, acordaron utilizar unos 27 elementos de l a Policía Preventiva para resguardar la carga de droga.
Además del personal, en esta operación los oficiales utilizaron las armas y carros propiedad de la Policía Nacional.
“¿Armas legales?”, consultó uno de los agentes infiltrados. “ Son del Estado. Esto por si se presenta algún percance”, contestó uno de los oficiales.
Asimismo, determinaron utilizar teléfonos encriptados para evitar ser rastreados por las autoridades estatales.
Para esta operación, un agente de la DEA les ofreció 100 mil dólares a cada uno de los oficiales, aparte de los 200 mil que costaría ejecutar esta operación.
De acuerdo a la conversación, el cargamento iba destinado para la zona occidental del país y establecieron 48 horas para llevar a cabo todo el operativo.
Una serie de grabaciones de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York revelan las comunicaciones que mantuvo Fabio Lobo con dos agentes encubiertos y los seis policías hondureños que ya se encuentra a cargo de la justicia de Estados Unidos.
El documento establece cómo Lobo y los seis agentes acusados se pusieron de acuerdo para montar su centro de operaciones en la ciudad de San Pedro Sula y desde allí conspirar para exportar drogas a Estados Unidos.
En las conversaciones, como si se tratase de una carrera de relevos, establecen la forma en que la droga iba a pasar de oficial en oficial por todo el litoral atlántico.
“Sí, viene a (La) Ceiba. Va, recoge, y la entrega. La entrega en (El) Progreso o por Guaymitas y lo agarran los otros”, manifiesta uno de los acusados en la conversación que fue grabada por dos agentes infiltrados de la DEA.
También establecieron horas en que se iba a llevar a cabo la operación. Así como el transporte para brindarle seguridad a la mercancía mientras pasaba por la ciudad de El Progreso.
“En una moto. Dos hasta en una patrulla, lo más tres. Pero, de las 12:00 de la noche a las 6:00 de la mañana no hay nadie”.
Asimismo, acordaron utilizar unos 27 elementos de l a Policía Preventiva para resguardar la carga de droga.
Además del personal, en esta operación los oficiales utilizaron las armas y carros propiedad de la Policía Nacional.
“¿Armas legales?”, consultó uno de los agentes infiltrados. “ Son del Estado. Esto por si se presenta algún percance”, contestó uno de los oficiales.
Asimismo, determinaron utilizar teléfonos encriptados para evitar ser rastreados por las autoridades estatales.
Para esta operación, un agente de la DEA les ofreció 100 mil dólares a cada uno de los oficiales, aparte de los 200 mil que costaría ejecutar esta operación.
De acuerdo a la conversación, el cargamento iba destinado para la zona occidental del país y establecieron 48 horas para llevar a cabo todo el operativo.
+Descargue aquí la conversación completa de los expolicías narcos