Los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se encuentran desde el viernes en el interior del país coordinando el Plan Nacional de Capacitación de Miembros de Mesas Electorales Receptoras.
El plan se manifiesta en una forma de cascada y consiste en la distribución de 14 supervisores -distribuidos en igual número de regiones- quienes entrenarán a 84 capacitadores. Estos tendrán bajo su responsabilidad la capacitación de 288 mil delegados de mesas.
Las 14 regiones, cuya coordinación nacional está a cargo de Mildred Rivera, son Atlántida e Islas de la Bahía; Colón, Yoro y Gracias a Dios; Cortés, Lempira, Santa Bárbara; Ocotepeque y Copán; La Paz, Comayagua, Intibucá, Olancho, El Paraíso, Choluteca, Valle y Francisco Morazán.
Solo el departamento de Francisco Morazán tendrá 2,983 mesas en las cuales los partidos deberán acreditar 46,768 delegados mientras que Cortés, con 2,791 mesas dispondrá de 44,656 representantes.
El magistrado presidente, David Matamoros, se desplazó a la ciudad de San Pedro Sula; el magistrado Saúl Escobar está en Choluteca, mientras que a Comayagua se trasladó el también magistrado Enrique Ortez Sequeira. Los funcionarios electorales están empeñados en que el proceso electoral no tenga ninguna duda en términos de transparencia y esperan que los partidos políticos actúen en consonancia con esta política.
El magistrado Ortez Sequiera dijo tener la esperanza de que los partidos acrediten al personal idóneo, con características de honestidad y responsabilidad, para las mesas.
Los delegados de mesas son clave para la transparencia porque son ellos los encargados de hacer el escrutinio y elaborar el Acta Original de Cierre, que sirve de pase al TSE para hacer el escrutinio general.
El TSE instalará 16,094 mesas en los 5,541 centros de votación y en cada mesa habrá un miembro propietario y otro suplente por cada partido político.
Esto quiere decir que habrá 32 mil representantes por cada partido político. Un mes antes de las elecciones el TSE entregará a los partidos las credenciales.
Se espera que aquellos partidos que no tengan capacidad de nombrar a todos los delegados devuelvan al TSE las respectivas credenciales.