Honduras

Culmina en fracaso la séptima Cumbre

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11.04.2015

Panamá.

a VII Cumbre de las Américas culminó ayer como se preveía, sin acuerdos.

Un fracaso generado al no haber consenso para condenar el decreto ejecutivo emitido por Estados Unidos mediante el cual declara a Venezuela como riesgo para su seguridad.

En la sesión plenaria, poco interés despertaron los discursos de los gobernantes sobre la temática central del cónclave de prosperidad con equidad y la expectación se centró en la exigencia de naciones con gobernantes de izquierda que pujaron para que se anule la sanción a Venezuela.

Además, acapararon la atención las recíprocas palabras de “cortejo” entre el gobernante de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, en el primer encuentro luego que ambos países iniciaran acercamientos diplomáticos en 2014.

La cita culminó con una declaración que no equivale a un acuerdo final, hecho por el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, en el Centro de Convenciones Atlapa.

Los acuerdos que no se concretaron serán enviados a organismos internacionales.

La cumbre se desarrolló con la temática general de prosperidad con equidad, la cual sería desglosada en los subtemas: medio ambiente, gobernabilidad democrática, educación, migración, salud, energía y seguridad ciudadana.

Los 33 gobernantes que participaron en la reunión habían definido emitir los acuerdos en torno a estos ejes temáticos, pero al final no hubo consenso porque se rechazó el pedido de Venezuela para que se incluyera en la declaración final la condena contra la sanción.

En marzo, el presidente de Estados Unidos dio a conocer el nombre de siete funcionarios cubanos a los que congeló cuentas y prohibió el ingreso a su territorio y, además, declaró a Venezuela como una amenaza a su seguridad, todo esto en aplicación de un acuerdo ejecutivo.

“Yo me encabrono”

Durante la plenaria de la cumbre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, conminó a Obama (que no estaba presente cuando tomó la palabra), a suspender el decreto sancionatorio que calificó como “irracional” y que representa una “agresión” de su par estadounidense.

“Yo le tiendo mi mano para que hablemos y resolvamos los asuntos que debamos resolver Estados Unidos y Venezuela, sin intervención en los asuntos internos”, dijo el presidente venezolano.

Maduro dijo que ayer le iba a enviar a Obama un documento que contiene 11 millones de firmas de personas que piden retirar la sanción y resaltó que las naciones de Unasur y otro centenar de países le ha manifestado su apoyo.

De Obama opinó que “lo respeto, pero no le tengo confianza”.

En un tono más elevado, manifestó indignado que “yo me encabrono cuando hablan de Venezuela, porque yo no opino de ningún país”.

La declaración de Maduro causó cierta hilaridad, ya que en sus discursos nunca olvida referirse a Estados Unidos.

Por su lado, el presidente de Bolivia, Evo Morales, también exigió la anulación de la sanción y criticó que “el primer promotor del mundo de dictaduras militares es Estados Unidos”.

En los mismos términos se refirieron los gobernantes de Argentina, Cristina Fernández, y el de Ecuador, Rafael Correa.

Castro

El otro punto que concitó el interés en el discurso de los gobernantes fueron las expresiones cordiales que entre sí que se manifestaron Obama y Raúl Castro, tras poner fin a 56 años de suspensión de relaciones diplomáticas.

Y fue con diplomacia que Castro habló sobre Obama, a quien calificó como un hombre “honesto” y le agradeció sus acciones para poner fin al bloqueo contra Cuba.

“Felicito a Obama por su valiente decisión de involucrarse con el Congreso de su país para ponerle fin al bloqueo”, dijo Castro, quien acotó que no podía culparlo por los desaciertos de los últimos 10 presidentes de Estados Unidos hacia la isla.

Envuelto en una onda de inusitada afinidad hacia Obama, el presidente cubano llegó al extremo de pedirle disculpas si sus críticas lo han ofendido.

“Pido disculpas al presidente Obama y a otros por expresarme así, yo mismo le dije que la pasión se me sale por los poros cuando de la revolución (cubana) se trata”, manifestó Castro en una dilatada disertación.

“Me dijeron que podía ser un discurso de ocho minutos, hice un gran esfuerzo y como me deben seis cumbres, seis por ocho, 48”, dijo Castro, lo que generó risas entre los mandatarios.

Castro no dejó pasar la oportunidad para pedirle a Obama que suspenda la sanción hacia Venezuela.

“Venezuela no es una amenaza. Es positivo que el presidente norteamericano lo haya reconocido”, dijo.

La Guerra Fría terminó

Por su lado, Obama reafirmó que se ha comenzado el camino para limar las asperezas que marcaron la relaciones con Cuba y que está interesado en iniciar una nueva etapa diplomática con La Habana.

“No estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera” para luego acotar que “la Guerra Fría ya terminó”.

“Que el presidente Castro y yo estemos sentados aquí es un momento histórico para el continente”, remarcó.

Obama indicó que solicitó al Congreso de su país que inicie la discusión para el levantamiento del embargo a Cuba, al tiempo que recordó que está pendiente decidir retirar a la isla de la lista de países que apoyan el terrorismo.

Castro y Obama ya se habían encontrado el día anterior a la plenaria final y se estrecharon la mano.

Cuba participó por primera vez en una cumbre continental, lo que fue celebrado por todos los países de América.

“Se alaba en todo el hemisferio la participación de Cuba que nos ayuda a trabajar conjuntamente por el bien de nuestros pueblos”, resaltó Salvador Sánchez Cerén, quien además urgió a Estados Unidos para que agilice la suspensión del bloqueo a Cuba.

Otros presidentes, como Cristina Fernández, de Argentina; Evo Morales, de Bolivia; Álvaro Correa, de Ecuador, y Daniel Ortega, de Nicaragua, dispararon una diatriba “antiimperialista” contra Estados Unidos.