Los políticos tradicionales están apostando a los jugadores y entrenadores de fútbol como una valiosa oportunidad para capitalizar votos y encarar con mayores posibilidades las elecciones generales.
Para esta ocasión, de momento más de diez futbolistas reconocidos han sido tentados por algunos precandidatos presidenciales de los partidos tradicionales, especialmente el gobernante Partido Nacional.
En esta institución, las corrientes que encabezan Ricardo Álvarez, Miguel Pastor, Juan Orlando Hernández y Fernando Anduray llevan en sus planillas a jugadores que han brillado en sus equipos y en la misma Selección Nacional.
Otra corriente, Acción Barnica, que lidera el designado presidencial Víctor Hugo Barnica, inscribirá como candidato a diputado al exárbitro internacional Reynaldo Salinas.
El entrenador Alberto Chedrani, actual diputado por Cortés, buscará la reelección por la corriente Azules Unidos.
Aún no ha anunciado sus pretensiones políticas el actual diputado por Cortés de la UD, Edwin Pavón, entrenador del Atlético Choloma.
Para las elecciones de 2009 fracasó en su intento de reelegirse el conocido entrenador José de la Paz Herrera (Chelato Uclés), actualmente entrenador del Real España.
En otros países las figuras deportivas han incursionado en la política. En Brasil fueron ministros de Deportes Edson Arantes do Nascimento y
Pelé, mientras que Romario, otro consagrado del balompié, incursionó con poco éxito en el Parlamento. Ahora bien, cuál es la causa por la cual los políticos están tentando a los deportistas para que los acompañen en las planillas y en las campañas proselitistas?
Hay quienes piensan que los partidos tradicionales, tras la crisis política de 2009, aumentaron su desgaste y corren el riesgo de disminuir su representatividad en el próximo Congreso Nacional.
Y qué mejor forma que colocar en las planillas de diputados a piezas conocidas, queridas por el público y sumisas a la hora de las grandes decisiones políticas.
Además, estas figuras podrían garantizar curules y, consecuentemente, arrastrar el voto hacia la fórmula presidencial.
Sin embargo, esta modalidad política pone en precario la calidad del próximo Congreso Nacional sin demeritar la capacidad que puedan tener los futbolistas para aprender las técnicas parlamentarias y, lo que es aún más importante, dejar huellas haciendo un papel protagónico como diputados.
Los entrenadores que ya estuvieron en el Congreso poco o nada han hecho por mejorar las condiciones de las canchas de las principales ciudades, donde los niños juegan sobre polvo, tierra y lodo.
“La democracia está perdiendo seriedad y los políticos son capaces de todo con tal de lograr un triunfo electoral”, en opinión del analista político Raúl Pineda.
Según este observador, la pérdida de la seriedad de la democracia en Honduras está motivada por la ambición de los políticos que han visto en los deportistas una valiosa oportunidad de recuperar el terreno perdido.
¿Por qué será que está ocurriendo esto”, se le preguntó: “Por su propio desgaste. En política se requiere tener credibilidad, se requiere tener la confianza del pueblo, el cariño de la masa crítica electoral”.
A juicio de Pineda, la gestión de estos diputados en otros congresos del mundo “ha sido desastrosa”. Lo mismo ha ocurrido con otros personajes famosos utilizados en Brasil e Italia.
“El arte de gobernar es cada día más complejo, requiere más estudio, más información, más conocimiento de la realidad política, social y económica de un país y un deportista, que se ha dedicado básicamente al ejercicio de una sola actividad, generalmente no está calificado para hacer acciones de gobierno”, refirió.
“Consecuentemente, los congresos se van abaratando, se van pareciendo cada vez más a espectáculos de la farándula y no órganos y poderes de instituciones del Estado, donde con conocimiento y seriedad se resuelven los grandes problemas de un país”, añadió.