Tegucigalpa, Honduras.- Con la llegada del Covid-19, resurgieron los movimientos antivacunas, haciendo que las tasas de vacunación a nivel mundial se redujeran.
Honduras no fue la excepción; antes de la pandemia era uno de los países que tenía tasas altas de vacunación en general; sin embargo, después de 2022 la nación experimentó una importante caída en la cobertura de inmunización.
Para entender lo qué pasó, el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en colaboración con Unicef desarrollaron el estudio “Análisis de los factores sociales, psicológicos y ambientales detrás de la motivación parental para la vacunación de niños en Tegucigalpa y San Pedro Sula”.
El estudio revela que el preocupante descenso de la cobertura de vacunación que tuvo el país en los últimos años se cual se vio agudizado por la proliferación de creencias y desinformación en torno a las vacunas en el contexto de la pandemia por Covid-19.
El documentos presentado este jueves por las autoridades universitarias evidencia que, si bien muchos cuidadores reconocen la importancia de la vacunación infantil como una medida de prevención contra enfermedades, persisten múltiples barreras que afectan su acceso y continuidad.
Entre los principales desafíos se encuentra la desigualdad de género en la toma de decisiones dentro del hogar, donde la responsabilidad de vacunar a los hijos recae mayoritariamente en las madres, mientras que los padres, en muchos casos, permanecen al margen o incluso imponen restricciones a la vacunación.
Asimismo, la desinformación y los rumores sobre la seguridad de las vacunas generan incertidumbre entre algunos cuidadores, dificultando la aceptación de los programas de inmunización.
Otro hallazgo clave es la existencia de barreras logísticas y económicas; algunas familias enfrentan dificultades de transporte, pobreza o incompatibilidad entre los horarios de los centros de salud y sus jornadas domésticas o laborales, establece el estudio.
Estas condiciones pueden provocar retrasos en la vacunación efectiva o bien la omisión de la vacunación.
"Este estudio tiene como propósito identificar cuales son esas creencias, esa desinformación y redes de influencia que están detrás de los padre y madres de familia, porque se ha visto en los últimos años la reducción de la cobertura en el país y no hay respuesta de qué esta pasando", dijo Kevin Cruz, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales.
Datos
En los últimos años, en Honduras se ha registrado un descenso sostenido en las tasas de cobertura de la vacunación infantil.
El estudio ejemplifica que la tercera dosis de la vacuna pentavalente (DTP) alcanzó apenas un 73% en 2023, muy por debajo del estándar mínimo del 95% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otros datos del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) de la Secretaría de Salud señalan que para el caso de la cobertura nacional de la vacuna triple viral que protege contra el sarampión, la Rubéola y la Parotiditis (SRP) fue de 78.6% para la primera dosis y de 76.9% para la segunda hasta 2024.
En lo que va de este año el PAI registra una cobertura de la vacuna SRP de 86.9% para la primera dosis y 81.5% para la segunda dosis; a pesar de que aumentó la cobertura este año, no se llega a los niveles óptimos que son arriba del 95%.
Carmen Julia Fajardo, decana de la Facultad de Ciencias Sociales, destacó que el estudio servirá para la creación de políticas públicas para aumentar la cobertura de inmunización en el país.
Recomendaciones
Para romper las barreras que están causando la baja cobertura, el estudio enfatiza la necesidad de implementar estrategias de sensibilización para desmentir información errónea sobre el proceso de vacunación, así como promover la corresponsabilidad de los padres en la vacunación infantil.
Recomienda entre otros aspectos dar seguimiento y fortalecer las estrategias que ya han demostrado efectividad en algunos centros de salud.
Incrementar la flexibilidad de los servicios, ya sea mediante horarios extendidos o jornadas móviles en las comunidades, así como trabajar en la concienciación sobre la responsabilidad que los padres deben asumir en la crianza y cuidado de los hijos e hijas.