La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, cuestionó nuevamente la falta de voluntad para depurar la Policía Nacional.
'Las autoridades tienen que explicarnos por qué, siendo el señor Ricardo Ramírez del Cid (actual director de la Policía) exdirector de inteligencia, se permitió que se llegara a estos altos niveles de involucramiento en el crimen. él (Ramírez del Cid) sabe que hay bandas que se dedican a la extorsión, a secuestros, que hay policías con sicarios a su servicio', dijo la rectora en el programa 'Frente a frente' de Televicentro.
Como exjefe de inteligencia, él sabe de contrainteligencia, sabe que los altos mandos son los culpables de eso. Cuando estuve en el Observatorio de la Violencia les preguntaba si ellos tenían un mapeo de las bandas del crimen organizado en el país, pero no sabíamos que eran los mismos policías los que estaban en estas bandas.
El día que mataron a tres agentes de la Policía después de mi hijo, me decían que eran los implicados en su muerte, pero no, eran los que cobraban el impuesto de venta de drogas.
¿Por qué usted permitió que la Policía llegara a ese grado de deterioro?, le preguntó Julieta Castellanos al jefe policial. Nadie quiere que la Policía sea destruida, pero siento que el Presidente emite opiniones graves como esta... no debe decir que quieren destruir a la Policía. En mi caso, dos jóvenes de 22 años frente a ocho policías armados. El muchacho que quedó con vida, los testigos protegidos decían que escuchaban los gritos diciendo que lo llevaran al doctor, que era el hijo de la rectora.
Cómo es posible que estén hablando de las maravillas de la Policía si no se resuelve nada. Me sentí defraudada con lo que dijo el Presidente de que había personas que querían que la Policía fuera destruida, me decepcioné. Lo único que queremos es saber la razón de los asesinatos.
Explíquenos ¿por qué se dieron bandas en la Policía? Ustedes separan a los policías que son pequeños, pero a los oficiales grandes no los envían a la cárcel, pero los que dan las instrucciones están adentro. Dignifíquense no diciendo las maravillas que hacen sino actuando de una buena manera.