SAN PEDRO SULA, HONDURAS.-Las calles de la tercera avenida de San Pedro Sula, al norte de Honduras, se convirtieron en el epicentro de los disturbios cuando vendedores ambulantes protagonizaron actos vandálicos este martes.
Los vendedores, con piedras, palos y tubos, golpearon todos los edificios a su paso mientras exigían la salida de policías municipales que a diario les decomisan sus mercaderías. También dejaron claro que se oponen al desalojo del terreno municipal en el bulevar del sur.
En la municipalidad los empleados fueron encerrados durante más de media hora, pues el nutrido grupo de protestantes llegó hasta las instalaciones y ahí se enfrentó con los uniformados.
Al ser consultados enfrente de las cámaras de televisión, varios vendedores ambulantes argumentaron que la alcaldía, a través de la policía, les “roba la mercadería”.
Para el cese de las protestas, los involucrados exigen un diálogo directo con el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, a quien tildaron de “traidor”.
Cierre de operaciones
Varios comercios localizados en la tercera avenida de San Pedro Sula cerraron sus operaciones temporalmente por temor a convertirse en el blanco de saqueos y destrozos.
La confrontación entre vendedores ambulantes y policías municipales empezó a eso de las 10:00 de la mañana y se extendió durante más de una hora.
Los portones de la Municipalidad fueron reforzados con presencia policial y tanquetas para garantizar su seguridad.
Los vendedores ambulantes, por su parte, sueñan con tener unas instalaciones dignas donde puedan vender sus productos para no estar pensando en las lluvias y el inclemente sol.
Videos de los disturbios
Los momentos más tensos y de confrontación fueron captados en videos. A continuación una recopilación.
Así fueron los enfrentamientos enfrente de la Municipalidad. “Fuera”, “fuera”, gritaban los protestantes.
Además, otro grupo de vendedores encaró a los policías municipales. Ellos argumentan que ellos tienen videos de las promesas del alcalde, pero ahora les quita la comida.”Es traidor. Nosotros le dimos el puesto”, dijo un enardecido vendedor ambulante.
