TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En la instalación de la segunda legislatura, la designada presidencial, Doris Gutiérrez, subió de forma tranquila al estrado. Extendió las hojas de papel donde llevaba su discurso y sin titubeos pidió tres regalos por el Día de la Mujer Hondureña.
Vestida con un saco negro y vestido blanca, la hondureña tomó el micrófono y mencionó que vio a varios parlamentarios del Congreso Nacional felicitando a sus compañera, pero “solo les vamos a pedir tres regalos”, repitió.
“Que nos aprueben la ley contra la violencia hacia las mujeres”, mencinó, dejando claro que la aprobación de esa normativa -que está engavetada en el Legislativo- depende completamente de los parlamentarios.
Mientras era aplaudida por los diputados en el hemiciclo, la funcionaria continuó diciendo: “Las ley de las casas refugio y también, no es mucho, solo tres regalitos, la derogación de ese Código Penal de la impunidad que favorece a los violadores y femicidas”, propuso.
“Yo fui criada por dos mujeres humildes y gracias a ellas saqué mi carrera”, contó, al momento de hablar sobre los logros obtenidos durante el gobierno de Xiomara Castro en temas relacionados con la mujer.
Gutiérrez daba su discurso mientras mujeres de organizaciones feministas protestaban en calles aledañas al Congreso Nacional, donde este miércoles se espera que los diputados elijan a los 15 magistrados que conformarán la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ) para el periodo 2023-2030.
Gutiérrez, quien afirmó que en sus 25 años en el Congreso Nacional siempre estuvo del lado de la oposición, recordó cuando ella y otras diputadas lucharon para obtener los mismos beneficios que los hombres en la política, pero reconoció que aún hay un camino largo por recorrer.
Además, recordó que toda su vida ha estado del lado de la oposición, por lo que reconoció que estar desde el oficialismo no es fácil.
Día de la Mujer hondureña
Las hondureñas conmemoran cada 25 de enero el derecho político al voto conquistado en 1955, es decir, en este 2023 se contabilizan 68 años desde ese hecho histórico.
Las demandas sufragistas de las mujeres comenzaron en la década de los 20. Incluso, fueron expresadas en revistas feministas que circulaban en Honduras en los años 40.
La escritoro Rina Villar expuso en el libro “Para la casa no para el mundo. Sufragismo y Feminismo en la historia de Honduras” cómo fue el reconocimiento de las mujeres a votar, recalcando que el proceso estuvo marcado por la oposición masculina.
Se trató de una lucha constante, que en la administración del presidente Julio Lozano Díaz, por fin, fue reconocida.
