TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Con una pandemia por enfrente que agudiza las condiciones de un país como Honduras, Alice H. Shackelford asumió como coordinadora residente de la ONU en Honduras desde julio pasado y desde entonces trabaja en apoyar la nación a salir adelante enfrentando los problemas que la golpean.
Las consecuencias que tendrá el covid-19 en salud, educación, economía, derechos humanos y asuntos políticos son muchas, por lo cual el principal reto de la alta funcionaria es construir una agenda común entre todos los sectores para avanzar. Dentro de su apretada agenda, Shackelford cedió un espacio a EL HERALDO para una amena entrevista.
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¿Cómo han sido sus primeros meses en Honduras al llegar en plena pandemia?
Bastante enfocados en dar respuesta a la pandemia, como Naciones Unidas nosotros estamos apoyando el país, se ha constituido la red humanitaria desde marzo de este año y hacen parte como 40 organizaciones. Estamos brindando apoyo en diferentes niveles, ya se han ejecutado más de 50 millones de dólares, de los cuales 24 millones son directamente de Naciones Unidas.
¿Cuáles considera usted que son sus principales retos en Honduras?
Lo principal es encontrar espacios para el diálogo entre los diferentes actores gubernamentales y no gubernamentales, es nuestro rol de acompañar la agenda 2030 y empezar a construir una agenda común para Honduras. En un momento así, desafiante, donde el impacto de esta pandemia no lo hemos iniciado a ver en toda su complejidad, en toda su enormidad, en medio de un proceso electoral naturalmente muy desafiante y crítico, pienso que Naciones Unidas tiene un desafío grande en construir una agenda común.
¿Qué se va a hacer con la pobreza, porque con la pandemia se ha incrementado?
La agenda de las Naciones Unidas en Honduras es acompañar la implementación de la agenda 2030 que llama a la erradicación de la pobreza extrema para ese año. ¿Qué significa? Que el país tiene que tener la visión a largo plazo, una visión de país que permita verdaderamente a los diferentes actores políticos encontrar algunos elementos que son críticos, por ejemplo la erradicación de la pobreza, no podemos creer que cada cuatro años que cambia el gobierno tenemos que reinventar de nuevo y es un problema a nivel global.
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¿Cómo se podrá reactivar la economía ante los golpes de la pandemia?
En términos de la economía, que es un elemento de la propuesta de las Naciones Unidas, es dar apoyo prácticamente a la pequeña y mediana empresa, que es la más golpeada, ya que según el último dato de la Organización Internacional del Trabajo ellos han subido su estimación de pérdidas de trabajo en este último trimestre, entonces es muy preocupante.
La pandemia dejó en evidencia el deteriorado sistema de salud, ¿cómo van a apoyar para mejorarlo?
El sistema hondureño es muy débil, hemos visto con la pandemia que el sistema casi colapsó hace unos meses, se está recuperando en el sentido que se han hecho muchas inversiones, pero el mensaje es claro, la salud universal es algo que tenemos que asegurar y financiar, eso es algo que en el presupuesto se tiene que poner. Honduras tiene los números más bajos de la inversión en salud de la región y esto no es posible, el sistema colapsa muy fácilmente.
¿Cómo ve la situación de los derechos humanos en Honduras?
Es parte de nuestra agenda clara. Derechos humanos, desarrollo sostenible, paz y seguridad, son de nuestros pilares principales. Aquí tenemos muchos desafíos, Honduras ha firmado varias de las convenciones y este año va a presentar su informe del ejercicio periódico universal en noviembre y esa es una oportunidad muy importante. Pero los desafíos son muy grandes en términos de los seguimientos y las recomendaciones que ha recibido. Tenemos grandes temas en el orden de impunidad, del Estado de derecho nos preocupa enormemente, el caso de Guapinol, el de Bertha Cáceres que todavía sigue impune y muchos otros.
En cuanto a la educación, ¿qué se podrá hacer, será fuerte el impacto?
Esta es una crisis a muchísimos niveles, en el nivel educativo es fuertísimo porque estamos hablando que, por ejemplo, uno de cada tres niños se va a quedar fuera del sistema educativo, en Honduras estamos viendo datos muy altos de deserción escolar o no participación porque no tienen las herramientas, no tienen la capacidad y no todos los padres pueden lograr la conexión a la televisión para poder ver las clases. Entonces, tenemos que fortalecer procesos, la educación virtual, digital y asegurar que las escuelas y edificios tengan lo mínimo.
¿Cómo ve el problema de la corrupción, de lo cual está pendiente la comunidad internacional?
Absolutamente, la corrupción es un problema endémico en estos países que necesita respuestas muy fuertes, sabemos de lo que se ha intentado en el pasado. Como Naciones Unidas nosotros estamos identificando cómo poder apoyar alrededor de esto con el fortalecimiento a la institucionalidad y con la autonomía de las instituciones que tienen el rol de luchar contra la corrupción.
Ya se convocó a las elecciones, ¿qué comportamiento se espera de los políticos?, porque en el proceso anterior la ONU tuvo que ayudar a buscar consenso.
Las Naciones Unidas, a través de mi predecesor Igor Garafulic, estuvo liderando el diálogo político que ayudó un poco a encontrar una hoja de ruta después del proceso electoral, el descontento y la violencia alrededor de todo el proceso. Nosotros seguimos comprometidos en esto, en fortalecer las nuevas instituciones electorales, estamos muy contentos que estas se hayan instituido como el Tribunal de Justicia Electoral y el Consejo Nacional Electoral, pero estos necesitan legislación y claridad en las reglas del juego. El llamado es muy fuerte a los partidos políticos, de tener muy claro el bienestar del país, la paz y la democracia de Honduras, este debe ser el enfoque.