NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.-El exjefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, se declaró inocente de conspirar para enviar cientos de kilogramos de cocaína a Estados Unidos.
Desde que fue extraditado el pasado mayo, Bonilla y la Fiscalía establecieron una serie de negociaciones para buscar un acuerdo de colaboración y culpabilidad. Hasta ahora no lograron un consenso, pero no se descarta que las discusiones sigan su curso.
Si “El Tigre” Bonilla y los fiscales no firman el acuerdo el caso se elevará a juicio en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.
El exjerarca policial comparecerá en una audiencia previa al juicio el 7 de septiembre.
El 11 de agosto, la Fiscalía de EUA formalizó cargos contra “El Tigre” Bonilla.
La lectura de cargos contra el exjerarca policial se efectuó el 18 de agosto en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, y su caso fue incluido en el mismo expediente judicial en el que figuran el expresidente Juan Orlando Hernández (a la espera de juicio), su hermano Juan Antonio Hernández (condenado a cadena perpetua), el capo Geovanny Fuentes Ramírez (condenado a cadena perpetua), entre otros.
ACUSACIONES
De acuerdo a las investigaciones de Estados Unidos, “El Tigre” Bonilla explotó de manera corrupta su cargo para facilitar el tráfico de cocaína y usó la violencia, incluido el asesinato, para proteger a la célula particular de narcotraficantes políticamente conectados con los que se alineaba, incluidos Juan Orlando y Juan Antonio Hernández.
“A cambio de sobornos pagados con ganancias de drogas, Bonilla ordenó a miembros de la Policía Nacional de Honduras, que estaban armados con ametralladoras, que dejaran pasar cargamentos de cocaína a través de retenes policiales sin ser inspeccionados ni incautados”, señala la grave acusación contra el exjefe de la Policía.
Además, indica el documento, que en coordinación con Hernández Alvarado y otros, también proporcionó a los miembros de su conspiración información confidencial de las fuerzas del orden público para facilitar los envíos de cocaína, incluida información sobre operaciones de interdicción aérea y marítima.
El exjefe policial continúa bajo arresto en una cárcel de detención administrativa de Nueva York.
LA CAÍDA DE UN ALTO JEFE POLICIAL
El exjefe de la Policía Nacional, “El Tigre” Bonilla, quien estaba prófugo de la justicia, fue capturado el miércoles 9 de marzo en el peaje de Zambrano, en la carretera que conduce al norte de Honduras tras tener una orden de extradición pendiente desde mayo de 2021.
A las 4:45 de la tarde, medios televisivos difundieron imágenes del exjefe policial, sobre quien pesaba una orden de extradición de Estados Unidos por sus nexos con el narcotráfico. En las instantáneas fue captado con ropa deportiva, mascarilla y una gorra.
Hasta las 8:20 de la noche la Policía Nacional realizó la presentación del exjefe en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad. El exjefe policial aparecía sentado en una silla plástica y enchachado de pies y manos.
EXTRADICIÓN A ESTADOS UNIDOS
Más de dos meses después de haberse registrado su captura, la mañana del martes 10 de mayo se concretó la extradición de Juan Carlos Bonilla Valladares, a Estados Unidos.
Fue en punto de las 6:50 de la mañana que el exjerarca policial comenzó a ser trasladado vía terrestre desde el Primer Batallón de Infantería, donde guardaba prisión, hasta la Base Aérea Hernán Acosta Mejía (HAM) en Tegucigalpa.
Una caravana de 20 vehículos, entre ellos tres camionetas blindadas, dos helicópteros con francontiradores y al menos 150 efectivos policiales acompañaron al exjefe policial en su último recorrido por tierras hondureñas.
Minutos más tarde, pasadas las 8:00 de la mañana, fue entregado a los agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para ser transportado en una aeronave estadounidense hacia la ciudad de Nueva York.
ALEGATO DE INOCENCIA
Tras la captura de Bonilla se difundió la grabación de una llamada que el hondureño sostuvo con un agente de la DEA.
EL HERALDO accedió a la conversación que se presenta a continuación, para efectos de lectura a él se le denominará “TB”, y dos agentes de la Administración de Control de Drogas, Sandalio González (“SDEA”) y Bradley (“BDEA”), que buscaban negociar
SDEA: Sí, aló.TB: Aló, sí, muy buenos días.
SDEA: Buenos días, señor, ¿me escucha?
TB: Sí, lo escucho señor Sandy.SDEA: ¿Qué tal?, ¿cómo está?
TB: Por la voluntad de Dios, con salud y con vida.
SDEA: Qué bueno, me alegra, aquí tengo a mi compañero Bradley, aquí en la línea también, mira, solo quiero para empezar que sepa que no (en ese momento la llamada se interrumpió por unos instantes).
TB: ¿Qué no qué?
SDEA: No quiero que hables acerca de tu caso, tu culpabilidad o tu inocencia o de los testigos, nada por el estilo, esta llamada es solamente para saber qué es lo que usted quiere hacer y si usted se encuentra en algún peligro, o sea, si usted quiere venir a los Estados Unidos y colaborar, si usted quiere venir a los Estados Unidos y enfrentarse a los cargos o si no quiere venir y quedarse en Honduras, o se está queriendo ir a otro país y aconsejarse acerca de qué hacer en esas situaciones, ¿me explico?
ADEMÁS: ‘El Tigre’ Bonilla buscó negociar con la DEA, pero sin aceptar cargos
TB: Yo creo que una de las cosas que ustedes están tratando, usted no se le olvide que está hablando con un general de la nación, no está hablando con ningún delincuente, ni está hablando tampoco con una persona que es culpable, usted está con “Brai” ahí y a “Brai” lo tengo identificado como uno de los conspiradores, justamente con una persona de acá, y yo no puedo estar hablando o contrarrestándome con mentiras, una conspiración que la han construido, eso es grave.
BDEA: No hable...
TB: No, eso es grave Sandy, eso es grave.
SDEA: No quiero, no es para hablar de eso...
TB: No es lo que usted quiere, Sandy, no es lo que usted quiera, es la verdad.
SDEA: Yo no soy un fiscal, ¿ok?
TB: Usted no es el fiscal, no, usted no es el fiscal, pero usted tiene también saber que yo en 35 años también soy un investigador, ¿y cómo es posible que un agente, un agente de esa prestigiosa agencia internacional, se presta a una conspiración, Sandy?
SDEA: No, no, no, no estamos hablando de eso, no vamos a entrar a ese tema ahora.
TB: Bueno, yo lo que le quiero decir es que yo tengo cómo demostrar que eso no es cierto, va, claro, estoy en peligro, eso es un hecho y estoy en peligro porque verdaderamente los delincuentes narcotraficantes de este Estado, de Honduras, saben que yo manejo información, que manejo la verdad y porque jamás he sido parte también de Juan Orlando, jamás.
SDEA: Cuando ya hay cargos y los cargos no se levantan en los Estados Unidos sencillamente y menos con confrontaciones y mentiras, es cuando hay suficiente evidencia para presentar cargos y la única forma de resolver eso es por medio de los abogados, uno se declara culpable y no va a juicio, perdón, no culpable y va a juicio o culpable.
TB: Bueno, yo le voy a decir una cosa.
SDEA: Son dos opciones.
TB: Bueno, yo le voy a decir una cosa, Sandy, y la verdad, pues, disculpe la insistencia, pero yo no puedo declararme culpable de cosas que no son ciertas, entonces si ustedes, si ustedes tienen la evidencia y le han dicho esto y lo otro, pues, bueno, yo contra ese tipo de cosas no puedo discutir.