TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La tasa de embarazos en adolescentes en el país subió a 97 por cada 1,000 niñas y jóvenes de entre 15 a 19 años, según lo revelado en el Informe sobre el Estado de la Población Mundial 2024 elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
Lo anterior significa que por cada 1,000 adolescentes de entre 15 a 19 años que hay en el país ocurren 97 embarazos en ese rango de edad, situación que debe poner en alerta a las autoridades, padres de familia y demás sectores.
Los datos del reciente informe establecieron un incremento respecto al informe anterior (del año 2021), el cual señalaba que la tasa de natalidad para ese grupo de edad era de 89, por cada 1,000 menores.
La cifra alarmante supera al promedio registrado en los países menos adelantados, que es de 90 por cada 1,000, y casi duplica al de América Latina y el Caribe (que es de 51), según el documento del UNFPA.
De acuerdo con expertos, la cantidad de embarazos en adolescentes es significado de la falta de una política pública para concienciar a la población.
“La realidad es que a pesar de todas las campañas que se hacen y la concientización de planificación familiar, siempre se están dando los embarazos en adolescentes”, dijo la ginecóloga Gisela Vallecillo, quien atiende embarazos de alto riesgo en el Hospital Escuela.
En el principal centro asistencial se atiende a diario un promedio de entre 15 a 20 jovencitas que llegan a realizar su control prenatal a la clínica de embarazo adolescente.
Causas que se deben abordar
En su mayoría, los embarazos a temprana edad son atribuidos al abuso sexual, problema que empeoró con el confinamiento de la pandemia; Sin embargo, otros aspectos como la pobreza, la falta de información sobre educación sexual y el uso de métodos anticonceptivos hacen que la situación empeore.
“Durante la pandemia, cuando las niñas estaban confinadas en casa, se dieron muchos casos de abuso. Muchos de los pacientes que miramos en el hospital han sido abusados por sus padres, primos, tíos y otros familiares”, lamentó la ginecóloga.
Otros expertos consultados por EL HERALDO coinciden que es preocupante los embarazos de adolescentes, que en su mayoría ocurren en menores de 14 años y tienen su origen en violaciones y desconocimiento de una educación integral.
Aseguran que el tema refleja la desigualdad y la pobreza, por lo que debe ser una prioridad nacional que requiere una respuesta coordinada, integrada, multidimensional y multisectorial.
Wilmer Vásquez, director de la Red Coiproden, manifestó que los embarazos en adolescentes es un tema que debe preocupar a la población.
“Estamos hablando que aproximadamente entre 6 y 7 adolescentes de cada 10 quedan embarazadas en el país y esas son estadísticas que deben preocupar a la sociedad”, apuntó.
Agrega que no se ha logrado un avance en temas de educación sexual integral en el país.
“El fundamentalismo religioso y la hipocresía de grupos religiosos y conservadores no permiten que se puedan implementar guías de educación sexual desde el sistema educativo”.
Vásquez agregó que Honduras es el segundo país con mayores embarazos en adolescentes en América Latina.
Datos de la Secretaría de Salud
Anualmente son entre 25,000 a 30,000 niñas y jóvenes de entre 10 a 19 años que salen embarazadas en el país, de acuerdo a las estadísticas de la Secretaría de Salud (Sesal).
EL HERALDO analizó los datos de los últimos seis años que revelan que si bien los embarazos en menores de entre 15 a 19 años van disminuyendo, en el grupo de edad de 10 a 14 años el problema aumenta.
En el año 2018 la Dirección General de Redes Integradas de Servicios de Salud de la Sesal registró un total de 830 menores de entre 10 a 14 años embarazadas.
Para 2019 la cifra aumentó a 854; para el 2020 se redujo en 24 embarazos menos; sin embargo, para el 2021 y 2022 el número fue incrementando hasta llegar a 1,036 y 1040 respectivamente.
Para el 2023 la Sesal registró de enero a noviembre un total de 969 partos en menores.
Entre enero y noviembre del 2023 Salud registró un total de 21,527 mujeres de entre 10 a 19 años embarazadas.
Muchas de las gestantes terminan perdiendo a sus bebés debido a que la mayoría son embarazos de alto riesgo.
Del 2018 al 2022 la Sesal contabilizó 542 abortos en menores de 10 a 14 años y 9,637 en jóvenes de entre 15 a 19 años.
En 2023 los departamentos que más registraron casos fueron Cortés con 2,561 embarazos, le sigue Francisco Morazán con 1,745; Yoro con 1,528 casos; Olancho donde se registraron 1,461 casos y Comayagua con 1,154.
Mientras los 10 municipios que reportaron la mayoría de los casos el año pasado fueron San Pedro Sula; el Distrito Central; Danlí; Olanchito en Yoro; La Ceiba; Comayagua; Catacamas, Juticalpa en Olancho y el municipio de Yoro.
Entre los efectos que puede presentar una niña al quedar embarazada y posteriormente dar a luz se encuentran los daños psicológicos y emocionales; desde el punto de vista biológico puede ocasionar abortos espontáneos y daños físicos como anemia, infecciones entre otras, explicaron expertos.
Ante las alarmante cifras, es urgente tomar acciones para fortalecer los vínculos sociales entre los padres e hijas, pues muchas veces los embarazos en adolescentes ocurren por el temor de las niñas, niños y adolescentes a preguntar sus dudas y miedos porque creen que serán juzgados o castigados por sus familiares.
Expertos recomiendan fortalecer la escuela para padres en los centros educativos, promover más las campañas de educación sexual integral en los colegios y centros de salud, así como crear políticas encaminadas a reducir el embarazo a temprana edad.
En 2023 en el Congreso Nacional se aprobó la ley de educación integral para prevenir embarazos en adolescentes, la cual buscaba impartir clases de educación sexual integral en los centros escolares; sin embargo, sectores de padres de familia, iglesias entre otros se negaron a la iniciativa por considerar que lo que buscaba era introducir temas de ideología de género en los hogares y atentar contra los valores de la familia y la religión.
El debate entre los sectores causó que la presidenta Xiomara Castro decidiera vetar la ley y hasta la fecha no se ha vuelto a presentar en el Congreso Nacional otro proyecto para abordar el tema..