Tegucigalpa, Honduras
Es el principal asesor de Salvador Nasralla. Fue ministro de Manuel Zelaya a quien, como magistrado del Tribunal Supremo Electoral, le dio la credencial de Presidente de la República en 2006.
Arístides Mejía dialogó con EL HERALDO en su amplia oficina donde planifica y diseña la estrategia política de Nasralla.
En Libre se respira un ambiente de que Nasralla traicionó a “Mel”, ¿así lo ve usted?
A mí no me gusta esa palabra de traición porque la usa frecuentemente “Mel” porque cree que todo aquel que no está de acuerdo con él lo ha traicionado, y esa es una visión equivocada y tendenciosa para descalificar a las personas cuando más bien a él le han aplicado eso en muchas circunstancias.
Salvador tiene identidad propia, tiene sus propias ideas, llegó a un acuerdo en la Alianza que no se ha respetado como se cumplían acuerdos de funcionamiento democrático interno. Ha sido objeto de atropello y de una campaña perniciosa de parte de “Mel” y de sus allegados. Y eso no contribuye. Salvador sí ha sido traicionado por aquellos que han sacado provecho de las cosas.
¿Por qué se separó Nasralla de Manuel Zelaya?, ¿es cierto que fue presionado?
Por la intransigencia de “Mel” que no permitió que se solucionaran los problemas de la Alianza. Salvador propuso una nueva reunión y no hubo respuesta. Y al final quedó la idea de que en esta Alianza se hace lo que “Mel” dice, llevando agua a su propio molino, llevando sus ideologías, sus métodos, o si no se le expulsa de la Alianza, que es lo que han hecho en otras palabras con Salvador y sin decirlo de esa manera.
Ese método de Zelaya es muy propio de partidos autocráticos, de querer que todo mundo piense igual, que haya pensamiento único, que cuando no se está de acuerdo con ese pensamiento, es declarado traidor. Eso le hace mucho daño a Libre que ha venido deshaciéndose de cuadros importantes, expulsándolos.
¿Abogado, tiene Nasralla la capacidad para estructurar cuadros de un nuevo partido en todo el país?
Sí. Hemos iniciado el proceso de organización del partido, nombramos una comisión, que yo mismo la integro. Estamos revisando todos los programas, la ideología, los estatutos, los procedimientos y vamos a estructurar el partido a nivel nacional. Pensamos que hay entusiasmo en los seguidores de Salvador y que no habrá dificultad.
¿Cómo es eso de que la ideología del partido será de centro con elementos de izquierda y de derecha?
El centrismo es indisociable de la oposición derecha-izquierda, pero no es la idea conciliarlos, la idea es tomar de cada uno lo mejor que tienen, es buscar un cambio progresivo, sin confrontación, buscando el punto de convergencia para las aspiraciones de todos. Nos vamos a apegar al Estado de derecho, a las instituciones democráticas y republicanas, vamos a apoyar la economía de mercado y la propiedad privada. Vamos a desarrollar programas sociales.
¿Por qué le tienen miedo a rescatar el Pac?
Rescatar el Pac podría constituir una verdadera trampa porque significa ir a un conflicto con los que ya tuvimos conflicto y volver a ser manipulado por el Tribunal de Elecciones. Hay otro problema: el Salvador del Pac no es lo mismo que el Salvador actual. El Salvador de hoy es alguien que ya probó ganar las elecciones, que tiene estatura presidencial y que ha recibido votos de una variedad de sectores.
¿Es cierto que ustedes negociaron reactivar el prediálogo a cambio de que les inscriban el nuevo partido?
No hemos hablado en esos términos, lo del diálogo está aparte del asunto del partido. Creemos que el diálogo forma parte de una responsabilidad que tiene que ejercer Salvador, el diálogo debe ser sobre la base de cumplimientos.
¿Cómo se llamará el partido que están formando?
Eso está en discusión, es una decisión difícil porque se quiere que tenga un significado profundo con la propuesta que ha hecho Salvador y con lo que el pueblo aspira. Estamos sugiriendo nombre todos