TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Una de las esquinas de la Calle del Comercio de la colonia Kennedy huele a queso, peperoni, albahaca y a manjar. El exquisito aroma que atrae como imán sale de un pequeño horno artesanal a base de leña de la pizzería rodante La Pizza.
LEA: El coronavirus tiembla con el dulce sabor de Gely Dely
Nuevo emprendedor
El pequeño negocio ubicado en la intersección de la tercera entrada de la Kennedy lleva un poco menos de un mes de vida.
La necesidad y el deseo de darle una mejor calidad de vida a su familia motivaron a emprender Franklin Midence Romero quien cuenta con orgullo ser el chef, gerente y despachador de pizzas.
A su lado, como la compañera idónea, está su esposa Sheila Escoto, quien le hace de su asistente personal.
El joven emprendedor había trabajado en diferentes lugares y tiene conocimiento en diversos tipos de comidas.
“Antes de la pizzería trabajé con otras comidas, hacía hamburguesas, pollo asado, alitas, algo bien común. Cuando uno está emprendiendo analiza las situaciones y va viendo cuál es la más adecuada”, confiesa EL HERALDO. “Las alas era una materia prima muy escasa, entonces eso nos empezó a debilitar el negocio. Además, los costos se incrementaron y decidimos hacer un cambio y qué mejor que trabajar con harina, un producto muy común”, detalla mientras sus manos elevan de forma magistral la redonda base de una futura pizza de jamón y peperoni.
Franklin recuerda que antes de impulsar el negocio la idea le daba muchas vueltas en la cabeza pues quería algo diferente y nada de horno eléctrico, sino que en horno a leña, estaba seguro que quería algo artesanal.
Para perfeccionar el producto que ofrecería a sus clientes viajó a El Salvador a aprender la técnica y afianzarla con el conocimiento que había adquirido.
ADEMÁS: Artesana moldea en miniatura a los héroes de primera línea contra covid
Perfeccionamiento
Franklin es consciente de que todo producto puede ser mejor y que con el paso del tiempo se perfecciona el producto que a los clientes les ha fascinado.
Hace cuatro años inició con la elaboración de pizzas en la colonia La Vega de Comayagüela, y ahora tiene una clientela estable complacida con su toque culinario. Decidió emprender y extenderse a la Kennedy y desde agosto ofrece una variedad de sabores de la comida rápida más famosa a precios accesibles que van desde los 125 lempiras.
De capital, el joven emprendedor invirtió 25 mil lempiras, sabe que le faltan detalles, pero dice que “hay que montar la carga porque en el camino se arregla”.
“La mayor parte del equipo para operar ya lo tenemos y los pequeños detalles los vamos superando. Pero no le tenemos miedo al éxito”, enfatiza con una sonrisa.
+Gustavo Rivas lleva una década formando a los niños en el dibujo
La pizzería ofrece diez variedades de pizzas, pero su misión es ampliar el menú a 25 especialidades con ingredientes no muy comunes.
“Queremos hacer pizzas de pollo, camarones, chorizos, pues ahorita son básicas... hawaiana, jamón y queso, suprema, vegetariana y la margarita (con tomate y albahaca). Nuestro concepto en horno a leña es algo artesanal italiano”, dijo Franklin.
Y es que, todo el proceso de elaboración es a mano, no hay nada de maquinaria. Los productos frescos y de calidad es lo que les caracteriza, sostiene como su mejor carta de presentación. “Tratamos que el cliente disfrute nuestra pizza y las hacemos por pedido. Saliendo del horno... a las manos del cliente”, demuestra al entregar la base ya integrada a sus ingredientes y convertida en pizza que minutos antes hacía volar por el aire.