TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con esposas en sus manos y cadenas en sus pies fue presentado la noche del miércoles el exjefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, en la Secretaría de Seguridad tras ser detenido más temprano en el peaje de Zambrano, carretera CA-5 que conduce al norte de Honduras.
Tras su presentación fue trasladado al Comando de Operaciones Especiales en Tegucigalpa, popularmente conocido como Los Cobras. Ahí le realizarán chequeos médicos.
El exjerarca, que permaneció prófugo de la justicia durante casi dos años, fue solicitado en extradición por las autoridades de Estados Unidos, quienes lo acusan de tener vínculos con el narcotráfico.
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El actual secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, aseguró que la detención “se dio en base a un trámite que realizaba el detenido en el peaje de la CA-5” y que el exjerarca “no opuso resistencia”.
“Se le leyó sus derechos y todo lo que corresponde como detenido”, amplió Sabillón, quien a su vez detalló que “su captura no obedece a las órdenes de extradición que llegaron semanas atrás, sino que es procedimiento aparte”.
Además, advirtió que la captura de un exjefe policial debe enviar un mensaje claro en Honduras de que “cualquier persona que sea requerida por la justicia, será presentada, cualquiera”.
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Bonilla comparecerá ante el Poder Judicial este jueves entre las 9 o 10 de la mañana.
Delitos que se le imputan
El arresto provisional fue solicitado mediante nota verbal No. 312-2021, suscrita por el Juez de Extradición de primera instancia y el respectivo Secretario General, detalla el comunicado de la Secretaría de Seguridad.
Juan Carlos Bonilla Valladares estará en condición de arresto provisional en instalaciones policiales con bastas medidas de seguridad.
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El hondureño es acusado por dos delitos de conspiración para traficar drogas y uno de conspiración para el uso de armas prohibidas.
¿Qué sigue?
En la primera audiencia, el expolicía será informado por los cargos que le imputa la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.
Posteriormente se le dictará un arresto preventivo que cumplirá en el cuartel general de Los Cobras, bajo estrictas medidas de seguridad. Un mes después, el juez Rodríguez convocará a una audiencia de presentación de pruebas, donde la justicia de Estados Unidos presentará la evidencia contra Bonilla Valladares.
Si es declarado culpable, él enfrenta una sentencia mínima obligatoria de diez años en prisión y un término máximo de vida en prisión en el primer cargo, una sentencia mínima obligatoria de 30 años en prisión y un término máximo de vida en prisión en el segundo cargo, y un plazo máximo de vida en prisión en el tercer cargo.
