Honduras

Entre lágrimas y dolor, familiares despiden a Carlitos, el menor arrastrado por el río Chamelecón

20.07.2017

San Pedro Sula, Honduras
Cargado por sus compañeros del equipo de fútbol fue llevado ayer a su última morada el colegial Carlos Adolfo Mencía (14) en el cementerio La Piedad, de Chamelecón, donde se vivieron momentos dramáticos y desgarradores.

El cuerpo de Carlitos fue sacado de la morgue a las 7:45 AM y trasladado a la aldea Chotepe, donde solo lo velaron una hora por el estado de descomposición en que estaba su cuerpo.

Carlos Adolfo desapareció el lunes con su compañero David Alberto Contreras (13), cuyo cadáver fue encontrado el martes en el referido río a inmediaciones de La Lima.

Foto: El Heraldo

Con la bandera de su equipo Inter, fue sepultado ayer el adolescente Carlos Mencía, quien murió ahogado en las aguas del río Chamelecón.

Los dos estudiantes se ahogaron luego de que los maestros del Centro de Educación Básica José Castro López, de la aldea Chotepe, sector Chamelecón de San Pedro Sula, los mandaran con otros cinco estudiantes a cortar bambú al río para hacer una champa en el centro educativo, según lo denunciado por sus familiares.

Los bomberos encontraron flotando el cadáver de Carlos Adolfo el miércoles por la tarde en el río Chamelecón, unos dos kilómetros arriba de la aldea El Higuero, de Choloma.

A las 10:00 AM de ayer, el féretro de Carlos Adolfo fue ingresado en la capilla velatoria del cementerio cargado por sus compañeros del equipo Inter de Milán.

Sobre el ataúd venía una bandera del equipo y sus compañeros vestían la camiseta del uniforme del club.

Durante media hora, los familiares, amigos y compañeros de colegio del infortunado menor oraron y cantaron alabanzas para rogar por su eterno descanso.

María Mencía, madre del menor, al ser entrevistada por los periodistas dijo: “Mi corazón está quebrantado, pero Dios me tiene fortalecida”.

Al preguntarle qué pensaba de lo ocurrido con los maestros que mandaron a su hijo a traer bambú al río, contestó que “todo lo dejo en las manos de Dios y ya no quiero hablar más del tema”.

Los compañeros de club de Carlos dijeron que era uno de los mejores jugadores del equipo. Manifestaron que él les decía que quería ser jugador profesional. Indicaron que será difícil encontrar al sustituto de Carlos.

Mientras oraban por el eterno descanso del colegial, sus compañeros de club colocaron sobre el féretro la camiseta número 3 que usaba Carlos, su calzoneta y sus medias.