Los miembros estudiantiles ante el Consejo Universitario en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) pusieron su cargo a disposición el pasado viernes, a través de un pronunciamiento, ante la problemática en el centro estudios.
'Reiteramos nuestro compromiso con la comunidad estudiantil y ponemos a disposición nuestro cargo, para que, tan pronto se hayan realizado las elecciones y luego de modificado el procedimiento antes mencionado, tomen posesión del mismo los estudiantes que resulten electos democráticamente', dicen los universitarios en el documento.
Igualmente, los miembros reconocen 'a las asociaciones de carrera de las facultades y centros regionales como representación legítima de la comunidad estudiantil, las cuales han sido electuadas mediante procesos participativos y democráticos'.
Aunque sostienen que 'la actual participación estudiantil ante el Consejo Universitario es legal', los representantes universitarios admiten que 'carece de legitimidad en la toma de decisiones'.
Esta postura fue compartida a través de las redes sociales por la cuenta Miembros Estudiantiles al Consejo Universitario UNAH y reproducida por Presencia Universitaria, el medio oficial del Alma mater.
Este es el pronunciamiento íntegro de la UNAH
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El problema de la representación estudiantil en el Alma mater surgió desde que comenzó la Cuarta Reforma Universitaria en el 2005.
Los críticos consideran que los universitarios pasaron de la paridad estudiantil a un sistema de subordinación en la toma de decisiones en la UNAH.
La paridad estudiantil era un modelo de cogobierno en Honduras, considerado único en Latinoamérica, en el cual el alumnado tenía el mismo poder de decisión que los docentes en el máximo órgano de la Autónoma.
A través de la historia de la UNAH se consolidan estos movimientos: Frente Universitario Unido y Democrático (FUUD, ala derecha y afín al Partido Nacional), Fuerza Universitaria Revolucionaria (FUR, ala izquierda y del UD) y el Frente de Reforma Universitaria (FRU, izquierda moderada y una facción de liberales).
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Pero en sí, la voz de los universitarios estaba depositada en la extinta Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH), un movimiento con grandes conquistas y golpes, como la autonomía universitaria y el caso emblemático del asesinato del joven Eduardo Becerra, respectivamente.
Sin embargo, a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, la FEUH es infilitrada y permeada por los partidos políticos, según analistas.
Esta figura de cogobierno se elimina -la FEUH también- luego de descubrirse que ciertos alumnos jugaban con ese poder y se confabulaban con docentes para decidir en base a sus intereses. Se conoció el caso de dirigentes con 15 o 20 años de estudios en la UNAH y con casi una década al mando de puestos de gobierno estudiantil.
Con la Cuarta Reforma, la paridad se reduce y los estudiantes solo tienen un 33 por ciento de participación. El resto lo conforman los docentes y las autoridades, según el artículo 7 de la Ley Orgánica de la UNAH.
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El problema surge porque estos miembros estudiantiles ante el Consejo Universitario deben ser elegidos mediante elecciones, las cuales nunca se han podido realizar por conflictos entre frentes y movimientos independientes.
Ante este vacío legal -pues eran necesarios los representantes del alumnado para toma de decisiones- se establece un esquema por supuesta meritocracia en el 2010 para elegir los estudiantes para ocupar estos puestos de forma transitario, que finalmente fueron permanentes.
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Lo anterior según el decreto 46-2013, el cual dice: “Si al final de tal periodo los estudiantes no logran elegir sus representantes; el mecanismo de nombramiento por el Consejo Universitario será de carácter permanente”. Este período venció el 23 de marzo del 2015.
Los críticos a este método cuestionaron la falta de democracia y participación en el proceso.
Y la representación estudiantil vuelve a la agenda en los últimos años. En este 2016 cobra fuerza con los alumnos aglutinados en su mayoría en la Mesa de Estudiantes Universitarios (MEU).
Paralelo a la convocatoria a elecciones estudiantiles, los voceros del MEU piden derogar las normas académicas aprobadas del 2014, bajo la queja que no fueron consensuadas con una legítima representación ante el Consejo Universitario.
Por su parte, la rectora Julieta Castellanos sostiene que la aprobación de esta normativa se hizo dentro de los esquemas legales y que la lucha de los jóvenes es política y no académica.
Sobre las elecciones, mencionó que son los propios estudiantes quienes deben organizarse y elaborar el reglamento y que, para ello, han tenido varias oportunidades que finalizaron en fracaso.
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