Caso: asesinato de Julián Arístides González Irías. Delito: asesinato. Imputados: cúpula de la Policía Nacional y el crimen organizado, dice el expediente de la investigación que realizó un equipo de la Dirección de Inteligencia Policial sobre el acribillamiento del entonces jefe antidrogas.
Aunque algunos directores policiales y otras autoridades operadoras de justicia en el momento y de forma posterior a la muerte de González Irías, 8 de diciembre de 2009, dicen que no conocieron el informe y los documentos de respaldo, los registros indican lo contrario.
El expediente de unas 170 páginas foliadas cuenta con un informe técnico investigativo de 17 páginas, así como con tres videos que muestran cómo se planificó el crimen en la oficina de la dirección policial, ubicada en el Cuartel de Casamata.
Igual están las cédulas de citación, las declaraciones testificales tomadas por la Unidad de Homicidios de la Fiscalía de Delitos contra la vida del Ministerio Público, actas de diligencias policiales, historial disciplinario de cada uno de los implicados y fotografías de cuando entran a la reunión donde planifican el crimen.
Y finalmente están la copia del expediente del proceso legal que la Fiscalía contra el Crimen Organizado les lleva a los miembros de la DNIC detenidos en La Mosquitia y constancia donde se hace saber que dos de los policías implicados “trabajan de gratis” en la institución.
Conocimiento
Las firmas y los sellos estampados en el informe investigativo revelan que este fue enviado el 29 de diciembre de 2009 al “señor director general (de la) Policía Nacional, general director Salomón de Jesús Escoto Salinas, siendo recibido a las 15 horas (tres de la tarde) con 35 minutos por el policía de apellido Padilla'.
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En el documento -que señala cómo se tramó el asesinato de González Irías, en la página con folio 16 y sello de la Dirección Nacional de la Policía Preventiva y con el folio 164, y también sello de la Inspectoría General-, el jefe del equipo investigador hace la observación de que se le reportó a su superior José Ricardo Ramírez del Cid para que hiciera las coordinaciones con la Fiscalía contra el Crimen Organizado.
La observación dice textualmente: “Una vez concluida todas las diligencias investigativas, el equipo de investigación asignado al caso del asesinato del general Julián Arístides González Irías, al tener plenamente identificados a los actores intelectuales y materiales, con todos los medios de prueba técnicos y científicos, optó por reportarle a nuestro jefe inmediato, director de inteligencia de la policía Nacional, comisionado José Ricardo Ramírez Del Cid'.
Se reportó 'para que hiciera las coordinaciones con la fiscal del Crimen Organizado que lleva el caso, o en su defecto que remita el expediente investigativo con todos los medios de prueba que teníamos; ordenando que ya no se continuara con las investigaciones y que lo que teníamos investigado se lo dejáramos en su escritorio bajo llave, que él lo iba a revisar y lo iba a remitir a la Fiscalía del Crimen Organizado”.
El informe establece al final que se remitió copia no solo a Escoto Salinas y a Ramírez Del Cid, sino también al Ministerio Público, en ese entonces dirigido por Luis Rubí; al ministro de seguridad, en ese momento el coronel Jorge Rodas Gamero; al director de la DNIC, comisionado general José Francisco Murillo López; al director de la Policía Preventiva y a Asuntos Internos.
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Otro oficio
Incluso, el 27 de diciembre de 2011, bajo el oficio –DNPP (RR HH) No-0814-2011, el entonces jefe de Recursos Humanos de la Policía Preventiva (comisionado X) le informa al director general de la Policía, (ahora) comisionado general José Ramírez Del Cid, sobre los expedientes.
“Tengo en mi poder varios expedientes de los cuales tres de ellos se refieren a los asesinatos del director de la Lucha contra el Narcotráfico, general Julián Arístides González Irías, del exdirector de la Lucha contra el Narcotráfico y exasesor de la Secretaría de Seguridad, abog. Gustavo Alfredo Landaverde Hernández, y el expediente del asesinato de los jóvenes estudiantes universitarios”.
Estos expedientes “fueron remitidos de manera directa al señor director nacional de la Policía Preventiva, comisionado ()”, dice el oficio y menciona con nombre y apellidos a los involucrados en el asesinato de González Irías.
El que era jefe de Recursos Humanos en diciembre de 2011 remata el oficio diciendo: “anexo los expedientes investigativos y sus respectivos videos para que sean revisados por usted, por lo que solicito mantenga la discrepancia por la peligrosidad de los casos y que los mantenga en un lugar seguro, donde no puedan ser vistos por un oficial subalterno”.
Luego el jefe de Recursos Humanos enlista un total de 38 oficiales que son suspendidos, pero que todavía continúan en la institución. Igualmente, este oficio fue recibido por el policía Padilla a las 10:00 horas de la mañana.
Curiosamente, el oficio lleva el lema de la Policía: “servir, prevenir, proteger”.
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Dale clic en los puntos y mira las pruebas que confirman que los exjefes policiales sí recibieron el informe: