CORTÉS, HONDURAS.- Un avance significativo en la medicina reproductiva ha llegado a Honduras, ofreciendo esperanza a miles de parejas que enfrentan problemas de fertilidad. La tecnología de fertilización in vitro combinada con el diagnóstico genético preimplantacional ha permitido que una pareja hondureña, con antecedentes de alteraciones genéticas, dé a luz a un bebé sano.
¿Cómo fue posible? Gracias al diagnóstico genético preimplantacional el cual permite seleccionar embriones con una composición cromosómica normal sin invadir al embrión, recolectando el ADN embrionario a partir del cuarto día de su desarrollo in vitro.
El método consiste en analizar genéticamente los embriones en un laboratorio y transferir solo aquellos sin alteraciones genéticas para aumentar las probabilidades de un embarazo exitoso.
“Para tener un bebé sano de forma espontánea se necesita un espermatozoide y óvulo sano; en resumen, padres saludables”, dijo Eduardo Bueso, ginecólogo con doctorado en Medicina Reproductiva y ganador del premio Latinoamericano de Ciencias.
El procedimiento se llevó a cabo en el Laboratorio del Centro de Fertilidad Nacer, IVF Honduras, ubicado en San Pedro Sula bajo la supervisión de un equipo multidisciplinario de expertos como el doctor Bueso; Camila Egas, genetista hondureña; el guatemalteco Fredy Mejía, embriólogo y citogenetista; Héctor Gutiérrez, biólogo hondureño; y la enfermera Wendy Sevilla.
El equipo de IVF Honduras está implementando técnicas avanzadas de diagnóstico preimplantacional no invasivo, asegurando que los embriones transferidos estén libres de alteraciones genéticas. Esto aumenta las posibilidades de un embarazo exitoso y saludable.
“Estamos preparados para atender a las parejas con las últimas tecnologías y avances en medicina. La genética llegó a Honduras para quedarse y hay esperanza para quienes buscan ser padres”, dijo Camila Egas.
Importancia de la genética en los embarazos sanos
La genetista Camila Egas destacó la importancia de la genética en la medicina reproductiva y cómo su llegada a Honduras representa un avance.
“La genética nos permite no solo diagnosticar sino también asesorar a las parejas sobre las mejores prácticas y prevenir conductas erróneas que podrían afectar su capacidad reproductiva”, comentó Egas.
Este avance es particularmente relevante en un contexto donde, según estudios, una de cada seis parejas hondureñas enfrenta dificultades para lograr un embarazo, y se estima que en unos años habrá al menos 135 mil parejas con problemas de infertilidad. De estas, un 10% tendrá dificultades debido a causas genéticas.
El primer niño nacido en el país bajo fertilización in vitro
El nacimiento tuvo lugar en el Hospital del Valle, donde una madre de 46 años, portadora de una alteración genética, y su esposo de 48, dieron la bienvenida a su hijo, un varón de seis libras y media.
La pareja había sufrido múltiples pérdidas y había perdido la esperanza de ser padres.
Sin embargo la intervención del equipo médico del centro hizo posible el embarazo y nacimiento satisfactorio.
“Nosotros ya con los embriones en el laboratorio, los analizamos cada uno de manera genética y transferimos a mamá embriones sin ninguna alteración genética, o sea embriones sanos, para poder asegurarnos que ese embarazo tenga mayores posibilidades de ser satisfactorio”, profundizó la doctora Egas.
Factores que afectan la fertilidad
El doctor Bueso, subrayó la importancia de un estilo de vida saludable para la fertilidad femenina y masculina. El consumo de tabaco y alcohol, el estrés, la falta de ejercicio, la obesidad y el hígado graso están alterando la capacidad reproductiva de muchos hombres.
“El hígado es crucial en la producción de testosterona, por lo que su salud es vital para la producción de espermatozoides saludables”, explicó Bueso.
En el caso de las mujeres, la edad es un factor determinante. Posponer la maternidad puede reducir significativamente las posibilidades de un embarazo exitoso. Problemas como los ovarios poliquísticos y la endometriosis también juegan un papel crucial en la fertilidad femenina.