SAN PEDRO SULA, HONDURAS.-Cientos de damnificados, comunidades inundadas, viviendas destruidas, ríos desbordados, infraestructura vial colapsada, son algunas de las consecuencias que ha dejado a su paso la tormenta tropical Iota, en el valle de Sula y el litoral atlántico.
Las ciudades más afectadas fueron Tocoa, Olanchito, Omoa, Choloma, El Progreso, La Ceiba, Sabá, Tela, La Lima, San Pedro Sula y el departamento de Gracias a Dios.
Esta vez, una de las zonas más afectadas y con mayores desastres fue el valle del Aguán, donde Iota arrasó con todo lo que encontró a su paso.
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En Tocoa, Colón, el río del mismo nombre se desbordó por lo que varias familias del barrio Independencia y barrio Abajo tuvieron que ser evacuadas a primeras horas del día.
El alcalde de Tocoa, Adán Fúnez, aseguró que los daños provocados por Iota son más severos que la depresión tropical Eta. Aunque aseveró que no hay viviendas dañadas ni personas desaparecidas.
Tocoa cuenta con nueve albergues y hace falta la evacuación de más de 2,500 personas.
Las autoridades confirmaron el desbordamiento del río Taujica y alertaron de un posible impacto por el aumento del caudal del río Aguán.
Los sitios más afectados por las lluvias son las aldeas Lérida, Prieta, Chiripa, La Bolsa, Zamora, Cayo Campo, Salamá, Cuaca y Quebrada de Arena. Asimismo, las colonias vulnerables de Tocoa como barrio Las Brisas, entre otras.
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En Trujillo, la quebrada sobre la carretera que conduce al desvío Braulio se desbordó e incomunicó las aldeas a su paso.
Un poco más de impacto tuvo el fenómeno natural en Olanchito, Yoro, y Sabá, Colón.
Al filo de las 3:00 de la madrugada, los bomberos emitieron el primer reporte de evacuaciones en esa ciudad.
Más de 25 personas fueron evacuadas ante las inundaciones en las colonias 24 de Mayo y 25 Noviembre, y en las riberas del río Uchapa y la quebrada Andaluza.
Otras familias fueron evacuadas en la colonia Dionisio Narváez, donde las corrientes de agua se estancaron por la gran cantidad de basura acumulada, provocando una inundación en varias viviendas.
Copeco informó sobre la inundación de la Escuela María Teresa Aburto en la colonia 24 de Mayo, en donde el agua se metió hasta las aulas de clases.
También resultaron dañados los puentes del río Uchapa y de la quebrada Agalteca, a la altura de la comunidad de Medina.
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El daño más severo lo tuvo una familia en la comunidad de El Carril, donde la fuerza de la quebrada de esa aldea acabó con una vivienda que
fue arrastrada. Mientras que en la comunidad de Lomitas del Este se evacuaron 40 familias que se encontraban atrapadas por la crecida del río Monga, que se desbordó y causó daños a varias viviendas.
El mismo río Monga hizo estragos en al menos tres colonias de Sabá, Colón, en donde fueron evacuadas unas 20 familias.
Los cuerpos de socorro se mantienen vigilante del río Aguán, que cruza desde la parte alta del valle y desemboca en Santa de Rosa del Aguán.
Las pérdidas en el sector agrícola en esta zona son incalculables. Iota arrasó con sembradíos de maíz, plátanos, bananos, palma africana y otros.
Valle de Sula
El Cuerpo de Bomberos informó sobre una inundación en las partes bajas de Choloma, Cortés, en la zona conocida como Las Pilas, por lo que procedieron a la evacuación de cinco personas, que fueron albergados en la iglesia Dios Ebenezer de la aldea Quebrada Seca.
También, un total de 50 personas fueron evacuadas de las riberas del río Tegucigalpita en Omoa, Cortés, ante la crecida de su caudal y el riesgo de provocar una inundación.
En San Pedro Sula las lluvias causaron severos daños a la infraestructura vial de la ciudad.
En horas de la mañana, los cuerpos de socorro tuvieron que cerrar algunos accesos y pasos peatonales ante las inundaciones en las calles, entre ellas la plancha de la colonia Zerón y Juan Lindo, el paso a desnivel entre el río Bermejo y el bulevar del norte, la plancha de la aldea Zapotal. Asimismo, la 13 calle en el barrio Paz Barahona y la 15 calle en el barrio Cabañas.
También, las autoridades procedieron a cerrar el puente Manchagual, Cofradía y la carretera que conduce a Ticamaya.
Además, se reportaron afectaciones en el Monumento a la Madre y en la residencial Santa Mónica y Las Mercedes. En la Rivera Hernández y en la Planeta se registran varias
zonas afectadas.
En El Progreso, Yoro, las autoridades realizaron un exhaustivo monitoreo del caudal del río Ulúa para evitar más inundaciones.
Los sectores más vulnerables son el barrio San Miguel, San Martín y la colonia Policarpo Paz García.
En la carretera que conduce de El Progreso a Santa Rita, Yoro, a la altura de la comunidad Arena Blanca, la carretera colapsó debido al aumento del caudal de una quebrada.
En La Lima, desde primeras horas del día las autoridades municipales, con contingentes militares y policiales, se desplazaron a los albergues y comunidades en donde aún hay vecinos que se resisten a evacuar por temor a que les roben lo poco que les ha quedado.
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“No puedo obligarlos a que se vayan, quisiera tener la capacidad de llevarme todos los pobladores, pero algunos no entienden los riesgos a los que se exponen, después va a tocar arriesgar a los rescatistas y nosotros mismos para venir a sacar a toda esta gente”, aseguró el alcalde limeño, Santiago Motiño.
Mientras que en Villanueva, Pimienta y Potrerillos, las autoridades municipales están preocupadas ante las altas precipitaciones por la crecida del caudal del río Ulúa.
En La Ceiba, los socorristas realizaron una evacuación de tres familias que viven en la colonia Pizatti, ante la crecida del río Cangrejal, que ya había provocado severos daños durante la depresión Eta.
