Tegucigalpa, Honduras
Ante los ataques sangrientos que realizan los criminales para amedrentar a los empresarios y trabajadores del transporte urbano por el pago de extorsiones, los cuerpos de inteligencia policial de Honduras han puesto en marcha un plan de seguridad orientado a identificar a los autores de los crímenes.
En las últimas semanas se ha registrado la muerte de por lo menos cuatro conductores de buses rapiditos en la capital de Honduras en ataques armados protagonizados por presuntos miembros de maras y pandillas, situación que tiene alarmados a los trabajadores del rubro y a miles de usuarios del transporte público.
Entre los crímenes más recientes está el del motorista Javier Antonio Ortega, de 28 años, ocurrido el lunes 20 de octubre en el bulevar de las Fuerzas Armadas, cerca de los puentes de El Carrizal en Comayagüela.
Mientras tanto, el pasado jueves en la cuarta avenida de Comayagüela, frente la mercado Álvarez, malhechores mataron al señor Rony Alexander Rosales Cruz, de 41 años, conductor del rapidito 319 de El Carrizal-Miraflores.
También el viernes murió el señor Jorge Benjamín López Ochoa, de 65 años, quien fue atacado a balazos por un pistolero en el bulevar Fuerzas Armadas.
En la ola de violencia propiciada por los criminales también se han reportado otros motoristas de buses heridos y la muerte de taxistas, entre otros hechos violentos.
Ante la imparable ola de violencia en el transporte público de Honduras, la Policía se ha visto obligada a definir estrategias con el fin de combatir este flagelo.
Plan de seguridad
El jefe de Operaciones de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), subcomisionado Miguel Pérez Suazo, reveló que han diseñado un plan orientado a contrarrestar los crímenes. Prosiguió diciendo que por disposiciones del alto mando de la Policía se puso en marcha un plan con la participación de personal encubierto que realizará diferentes acciones en por lo menos nueve rutas del transporte urbano de la capital de Honduras donde se registra la mayor incidencia de crímenes.
“Por disposición del señor director vamos a hacer un trabajo encubierto para tratar de identificar a quienes están detrás de estos hechos delictivos que están llevando luto en el transporte”, expresó el oficial.
Confió que tienen equipos de la Unidad de Homicidios del cuerpo policial encargándose de la recolección de evidencias para determinar quienes son los responsables de los crímenes.
Pérez Suazo no descartó que la muerte de conductores esté relacionada con el cobro de la extorsión que realizan las maras y pandillas en Honduras, porque hay muchos propietarios de buses que están en contra de pagar y aumentar los ingresos ilegales de los inadaptados sociales.
Manifestó que los últimos crímenes dan la pauta de que los maleantes seguirán presionando al sector transporte para que no desistan de entregarles las sumas de dinero que ellos exigen por el “mal llamado impuesto de guerra”.