Los diputados del Congreso Nacional aprobaron este jueves el dictamen con las modificaciones al contrato de construcción del aeropuerto internacional de Palmerola, con lo cual el aeródromo será una realidad y Toncontín quedará solo para vuelos locales.
En tal sentido, el secretario de la Junta Directiva del Poder Legislativo, Mario Pérez informó que se eliminó la cláusula que penalizaba con el pago de 800 mil dólares mensuales -aproximadamente 18 millones de lempiras- por mantener abierto Toncontín, permitiendo que este opere para vuelos que no excedan de 36 pasajeros, aquellos de índole privada, militar o de emergencia.
El contrato de construcción, mantenimiento y operación del aeropuerto internacional de Palmerola sufrió un total de 16 enmiendas, luego de ser revisado por una comisión integrada por funcionarios del gobierno y de la empresa concesionaria.
A través de una concesión por 30 años se otorgó la edificación del aeropuerto de Palmerola a la firma Emco en alianza con aeropuertos de Múnich.
El inicio de las obras para la construcción de la terminal de Comayagua está previsto para el mes de julio, donde se invertirán más de 2,500 millones de lempiras en un plazo máximo de 24 meses, de acuerdo a autoridades del Poder Ejecutivo.
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Histórico
'Ha sido un paso histórico el aprobar un contrato que va a permitir que se construya un nuevo aeropuerto en el valle de Comayagua con categoria de intercontinental que va a permitir que hayan líneas aéreas que puedan despegar y aterrizar a otros continentes por la gran longitud de pista y que hayan vuelos más seguros', manifestó el diputado nacional Renán Inestroza.
Resaltó que este aeródromo será 'un legado del presidente Juan Orlando Hernández', el cual podrá operar las 24 horas del día con instalaciones más modernas.
Mientras que el presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso Nacional, Francisco Rivera indicó que 'se ha aprobado con lo que el pueblo esperaba, los habitantes de Tegucigalpa esperaban que Toncontín se convierta en un aeropuerto de vuelos nacionales, en consecuencia estamos de acuerdo en todas las modificaciones que se han hecho'.
'Exigimos que explicaran contrato de Palmerola y por la firmeza del pueblo hondureño se derrotó el intento de sepultar el aeropuerto Toncontín', escribió en su cuenta de Twitter el parlamentario del partido Libertad y Refundación (Libre), Rasel Tomé.
Otros congresistas como el jefe de bancada del Partido Anticorrupción (Pac), Walter Banegas y la diputada del Partido Innovación y Unidad (Pinu), Doris Gutiérrez votaron en contra de la aprobación de este contrato.
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Leonino
Emco SA de CV ganó la licitación del Contrato de Concesión, Diseño, Construcción, Financiamiento, Operación y Mantenimiento del Aeropuerto Internacional de Palmerola de la República de Honduras.
Para tal fin, la concesionaria se constituyó en el consorcio Palmerola International Airports Centro de las Américas.
La terminal se edificará en la base de Palmerola, en Comayagua, a 80 kilómetros de la capital.
El contrato, con duración de 30 años, fue firmado por Emco y la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), como concedente.
Pero el cierre de Toncontín y el cobro de la onerosa multa por la continuación de este generó múltiples reclamos de diversos sectores políticos que obligó al presidente Juan Orlando Hernández a retirar el contrato, que ya había sido aprobado en un segundo debate, para negociar con Emco cambios al mismo, un proceso que duró unas tres semanas.
Y, finalmente, aprovechando el ausentismo de varios diputados de la oposición, la directiva del Congreso Nacional sometió ayer a votación en tercer debate el polémico contrato de Palmerola, el que fue aprobado con 56 votos a favor, 35 en contra y 11 abstenciones.
Los diputados fueron convocados para las 10:00 AM, pero la sesión inició a eso de las 11:00 AM con un quórum de 102 diputados, haciendo la mayoría los 48 nacionalistas y sus aliados de Vamos (4), UD (1) y tres que no fueron identificados.
El addéndum al contrato fue remitido a la Secretaría del Congreso a eso de las diez de las noche del miércoles y sometido a votación en la sesión de ayer jueves.
El secretario del CN, Mario Pérez, explicó que el contrato fue revisado por una comisión integrada por personeros de la concesionaria Emco Terminales y los secretarios de Infraestructura y Finanzas, así como por representantes de Coalianza.
El secretario del CN informó que en su momento la Comisión de Dictamen envió una nota al Poder Ejecutivo haciendo recomendaciones, mismas que fueron tomadas en cuenta por las partes contratantes
Pérez hizo un resumen de los cambios que sufrió el contrato de una hoja de anotaciones, informe que no convenció al diputado del partido Libre, Rasel Tomé, quien pidió que la volviera a leer.
Básicamente, Pérez informó que se había eliminado la cláusula que imponía una multa de 800 mil dólares por si Toncontín seguía operando y que el aeropuerto capitalino seguirá abierto para vuelos locales.
El jefe de la bancada liberal, Yury Sabas, lamentó que no se haya seguido el procedimiento legislativo para la modificación del contrato porque lo correcto era retirarlo y no hacerle cambios mediante una adenda.
Sabas reconoció el esfuerzo que hizo el presidente Hernández cuando él admitió que la lucha del Partido Liberal para que no se cerrara Toncontín era adecuada y que ese contrato se debía de revisar.
Por su parte, el diputado jefe de la bancada del Partido Anticorrupción (Pac), Walter Banegas, dijo que se ha logrado que el aeropuerto de Toncontín siga operando, pero no se ha garantizado que se modificaran algunas cláusulas leoninas porque no se dio la oportunidad de conocer las enmiendas.
Indicó que ha sido una aprobación irregular y a matabacallo, “pero qué se puede esperar de este Partido Nacional, violador de la Constitución de la República y de la Ley Orgánica del Poder Legislativo”.
El diputado Rasel Tomé, del partido Libre, afirmó que los partidos de oposición votaron en contra de la aprobación del contrato, de manera que lo que ocurra a futuro con Palmerola será una responsabilidad histórica del gobierno nacionalista de Juan Orlando Hernández
