TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La pequeña Sofía de cuatro años se pregunta por qué la piel de su mejor amiga está vestida de arrugas y también cuestiona por qué entre su rubia cabellera hay caminos de invierno.
También se pregunta por qué si su compañera de juegos y narradora de cuentos es tan alegre y jovial, no pueda correr con su misma agilidad y que al bailar juntas, a su amiga le duela uno que otro hueso.
¿Dónde está tu mamá?, ¿por qué esas fotos no tienen color? y ¿qué guardas en esa caja?, son algunas del rosario de preguntas que le hace Sofía a su gran amiga 60 años mayor que ella y a la que con cariño le llama “abuelita”.
Hoy, Honduras celebra el Día del Abuelo, fecha que se recuerda el último domingo de agosto y que también cierra con broche de oro el Mes de la Familia.
Aunque los hay muy jóvenes, la mayoría de los abuelos son personas que ya alcanzaron la etapa de adulto mayor, es decir que ya sobrepasan los 60 años de edad.
Según datos de la Dirección General de Adulto Mayor (Digam), que se encuentra bajo la coordinación de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social ( Sedis), en el país hay 537,997 personas que integran este grupo de la población.
La mayoría de ellos se concentran en el departamento de Francisco Morazán (104,324) y en Cortés (88,320).
Las zonas en las que menos población mayor de 60 años hay es en Islas de la Bahía (3,219) y Gracias a Dios ( 4,128).
Riesgo en salud
Este grupo poblacional es uno de los más vulnerables ante el covid-19, por lo que se han hecho constantes esfuerzos para que se mantenga en cuarentena, comentó Raúl Espinal, coordinador técnico de la Digam.
Además, informó que se han establecido horarios preferenciales para evitar que se encuentren en aglomeraciones.
“Esta población se ha tomado en serio las medidas de prevención, es a los que menos vemos en las calles”, afirmó Espinal.
Consideró que el envejecimiento es un proceso duro y difícil, pues aleja a las personas de oportunidades laborales y de carecer de un régimen de pensiones en países en vías de desarrollo.
Según la base de datos de EL HERALDO alimentada con los informes oficiales del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), hasta la tarde del sábado 8,806 ancianos se han contagiado del virus.
La cifra revela que de los 57,667 a nivel nacional, el 15% son adultos mayores.
A pesar de ser un grupo muy vulnerable, la mayor cantidad de casos de covid-19 se concentra en las personas entre los 20 a 50 años de edad.
Sin embargo, de los 1,801 muertos por la letal enfermedad el 62.4%, es decir 1,123 guerreros caídos en combate, son personas mayores de 60 años.
Pese a que se han establecido medidas estrictas para evitar contagios en los asilos, la propagación ha sido inevitable.
Se estima que en unos seis centros se han identificado casos.
A nivel nacional, hay más de 30 asilos en los que habitan más de dos mil personas y centros de cuidado diurno a los que asisten unos 12,500 adultos mayores.
En la actualidad, Sedis impulsa una campaña de trato digno al adulto mayor en la que se ha involucrado al personal de los hogares de ancianos cuyo impacto se podrá comenzar a medir en algunos años.
Oportunidades y abandono
Uno de los principales retos que tiene el país es que la cobertura de régimen de pensiones es muy baja, apenas un 8%, por lo que los adultos mayores se encuentran desprotegidos al dejar de trabajar. No es extraño por esta causa observar a decenas de personas mayores dedicarse al comercio informal e incluso en condiciones de mendicidad.
Otro de los retos que enfrentan los adultos mayores es el abandono que se manifiesta como una forma de maltrato.
Para atender esta situación hay programas de apadrinamiento como el del Hogar para Ancianos Hilos de Plata, el cual atiende dos modalidades, una que es apoyar a personas mayores cuyos familiares brindan un aporte y con esa misma ayuda se apadrina a otro anciano sin familiares a su cargo.
Proyectos de solidaridad
Más de cuatro mil adultos mayores en el departamento de Francisco Morazán han sido respaldados por el programa “Adopta un abuelo”, que lidera la organización CEPUDO en conjunto con la empresa privada.
Durante esta pandemia los abuelitos no han dejado de recibir sus productos de primera necesidad y artículos de higiene personal. Incluso se han entregado varias camas a los abuelitos que dormían en pedazos de cartón.
Hoy la celebración será diferente, pero llena de amor y respeto a su sabiduría...