La importancia del amor fue la temática central de la homilia ofrecida este día por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez en la catedral Metropolitana, quien enfatizó que es una ofensa a Dios el quitarle la vida a cualquier persona.
Al ser hijos de Dios no podemos maltratar, insultar, ofender, mucho menos quitarle la vida a otra persona, porque 'es ofender profundamente a Dios que nos ama a todos como hijos', expresó.
Asimismo, planteó que “todo niño, niña que viene a este mundo necesita experimentar el amor de Dios, de una madre y de un padre para poder madurar efectivamente y cuando eso no sucede se crece con vacíos interiores, se crece después para buscar compensaciones de algo que faltó en la vida', expresó.
'Hay responsabilidad de los padres que tristemente en nuestra cultura hondureña cuántas madres solteras son abandonadas por quien solamente fue un episodio en su vida; no es así el camino que Dios quiere para la maduración del amor y por eso esta experiencia humana de sentirnos amados es la que da sentido a la vida', destacó.
Rodríguez indicó que al ser Jesús el hijo amado de Dios, todo ser humano también es hijo amado y mientras no se experimente internamente el verdadero amor se permanecerá en inseguridad.
Causa de conflictos
El lider religioso aseguró que en muchas ocasiones los conflictos humanos se derivan por la falta de aceptación dando lugar a problemas que ocurren ya sea en el hogar, trabajo o centro de estudio.
'Dios quiere verdaderamente que la vida del ser humano sea fundamentada en el amor, no en el odio, no en el rechazo, porque todos somos hijos de Dios”, reiteró.
El prelado concluyó que 'la dignidad no viene de ningún título de nobleza; no viene de ninguna cuenta bancaria, ni de ninguna riqueza de este mundo; la dignidad del hijo de Dios nos viene desde el d?a nuestro bautismo'.