Tegucigalpa, Honduras
Después de dejarlo escapar, la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (Tigres) emprendió una cacería que duró tres días en contra del presunto capo Wilter Blanco Ruiz, investigado por Estados Unidos.
El capo de la droga fue requerido el pasado 14 de septiembre por los agentes de la unidad élite de la Policía Nacional cuando montaron un operativo a inmediaciones del municipio de Tocoa, Colón. Sin embargo, luego de una llamada hecha por el conductor, quien le pasó el aparato celular al oficial a cargo, al vehículo en que se transportaba el narco se le permitió seguir la marcha.
Según el relato de un testigo protegido al que tuvo acceso exclusivo EL HERALDO, luego de permitir a los narcos que siguieran su camino, alguien le informó a uno de los encargados de la operación que en el vehículo que habían dejado pasar se transportaba Blanco Ruiz.
El testigo habría identificado a la persona como un presunto enlace entre la unidad Tigres y la Embajada de Estados Unidos, quien al enterarse ordenó que se siguiera al vehículo.
Tras comenzar la nueva persecución, tanto Blanco Ruiz como sus secuaces lograron escapar dejando abandonado el automotor en el que se conducían.
En el interior del vehículo quedó abandonado un maletín con información y documentos del supuesto capo.
La información sería tan valiosa que Blanco Ruiz ha puesto a sus compinches a recuperarla. Las acciones han sido tales que hasta se han establecido contactos con diversos operadores de justicia para que recuperaran la maleta, según la información brindada por el testigo protegido y que fue conocida por EL HERALDO.
El capo ha contactado a cuatro fiscales de la Fiscalía Regional de La Ceiba, Atlántida, a un oficial Tigre, un oficial de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), un coronel y un agente de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN) para que lo ayuden a recuperar la pequeña maleta, según el relato del testigo.
Por su parte, Estados Unidos también ha tenido interés en conocer el paradero de esa documentación que estaría en poder de los cuerpos investigativos del Estado.
Agencias especializadas de Estados Unidos lograron captar conversaciones en agosto de este año entre el supuesto capo y sus compinches para orquestar un plan para atentar contra el embajador James Nealon y el presidente Juan Orlando Hernández.
La persecución
Según el testimonio del testigo, luego de la escapatoria se montaron operativos en varios sectores y se realizaron varios allanamientos en busca del capo, pero ya no lo encontraron en la zona.
Al resultar infructífera la operación de recaptura, el presunto enlace entre la Embajada de Estados Unidos y los Tigres recibió información de que el capo se había movilizado para el sector de Palacios, en el departamento de Gracias a Dios, por lo que ellos se trasladaron hasta la base naval de Puerto Castilla, Colón, para pedir el apoyo de los navales con la finalidad de trasladarse hasta el sector mencionado.
En el relato al que tuvo acceso EL HERALDO se establece que la autorización para realizar el traslado y brindar apoyo a los agentes policiales llegó ya casi llegada en la noche, por lo que los encargados decidieron dormir en la base naval y viajar en las primeras horas de la mañana del 15 de septiembre.
“Todos durmieron esa noche allí, pero algunos se salieron porque dijeron que no aguantaban el calor y se quedaron durmiendo en el muelle”, relato el testigo.
El viaje
Por instrucciones de las autoridades de las Fuerzas Armadas se asignaron dos lanchas y varios elementos navales para que transportaran a los policías y les apoyaran en la búsqueda del capo de la droga.
Al llegar a Palacios, sector comandado por el cartel de Wilter, los policías “Tigres” y los elementos navales recorrieron el sector y zonas aledañas durante tres días, pero no lograron ubicar al presunto narco buscado por Estados Unidos.
“Ellos lo buscaron por todos lados, revisaron las casas del lugar para ver si lo tenían escondido, pero nada, no estaba en ningún lado”, comentó el testigo a las autoridades.
Recordó que a pie recorrieron las calles del municipio y que no dejaron casa sin revisar, pero al tercer día el oficial dijo que se fueran, que “ese ya no está aquí”.
Los patrullajes de búsqueda también se hicieron vía marítima, ya que los marines hondureños recorrieron todo lo que es la zona del litoral hasta llegar al departamento de Gracias a Dios, incluyendo las áreas que usan los narcotraficantes para descargar la droga, sin tener resultado alguno.
Transcurridas 96 horas de infructuosa búsqueda, policías y navales se reunieron nuevamente y emprendieron el viaje de regreso hacía Puerto Castilla, y después los “Tigres” se trasladaron a San Pedro Sula, llevando únicamente el maletín que el capo de la droga dejó olvidado en el carro, el cual estaría en manos de los cuerpos de investigación del Estado.
En silencio
EL HERALDO consultó en el Ministerio Público cómo iba el proceso de investigación de la fuga de Wilter Blanco, hecho en el cual se menciona a cuatro fiscales asignados a La Ceiba, Atlántida, y un agente de la DLCN.
Yuri Mora, portavoz de la institución, dijo que no se podía pronunciar al respecto para no entorpecer las investigaciones.