Tegucigalpa, Honduras
A pesar de que las Fuerzas Armadas tienen un escudo contra las drogas en La Mosquitia, las rutas del narcotráfico en esa zona continúan vibrantes por aire, tierra y agua.
Para mantenerse activos, los capos controlan a los habitantes del sector y, supuestamente, también a soldados, clases y oficiales -navales, aéreos y terrestres- con miles de dólares, francachelas y hasta mujeres prepago.
Esto no es nuevo, dijo una fuente antidrogas, revelando que en 2011 un equipo de antinarcóticos, conformados por extranjeros, se hicieron pasar como narcotraficantes y le ofrecieron 200 mil dólares a un contraalmirante para pasar un cargamento. El militar aceptó la oferta. Ante tal situación, se creó un conflicto diplomático. Posteriormente, el oficial fue destituido del cargo, pero no fue separado de la institución.
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Igual se han detectado altos oficiales que lejos de ir por la captura de algunos narcos, más bien les han enviado órdenes de operaciones. Incluso, hay uno que rescató a Marco Elvir de un enfrentamiento con un cartel enemigo, sostuvo la fuente.
Para evitar el radar, los narcos ofrecen hasta 100,000 dólares por avioneta y 65,000 por no levantar los aviones Tucano. Por retirarse de la zona, la cantidad es mayor, explicó. ¿Por qué los militares casi nunca decomisan droga? ¿Por qué siempre llegan cuando las narcoavionetas ya han descargado? ¿Por qué solo le decomisan la logística y las armas a los operarios de los narcos? Cuestionó la fuente. Según ella, en el negocio ilícito no solo hay militares, hay policías, jueces, fiscales y una élite política.
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Estos detalles coinciden con algunos informes de militares que han operado en La Mosquitia. Uno de estos escritos dice: “En los últimos meses se ha incrementado el narcotráfico en toda el área costera de La Mosquitia, los vuelos de aeronaves no han podido ser interceptados en su totalidad, las embarcaciones siguen llegando, el narcotráfico ha rediseñado su accionar; esta vez se está llevando un control sobre los relevos y las informaciones obtenidas señalan que los mismos oficiales y suboficiales se pasan consignas a cambio de jugosas sumas que van desde los L 100,000 hasta los L 250,000”.
Asimismo, se detalla que el supuesto narcotraficante Óscar Everest Vega Aragón ha tomado la iniciativa en la comunidad de El Parú, Samaria, Ibans y Belén. Mientras que en Brus Laguna, opera el hermano de un político de la zona. Entre los narcotraficantes Fredy Ávila Ramos (presuntamente muerto) y Óscar Everest ha surgido una rivalidad, ya que este último, quien anteriormente trabajaba conjuntamente con Fredy Ramos, se ha independizado y tiene sus propias pistas de aterrizaje y ha contratado una banda de delincuentes y sicarios denominada Los Pelones y los Piningos.
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“Se tiene información que estos dos narcotraficantes han adquirido armas de parte de personal perteneciente a las FF AA (Fuerzas Armadas) quienes a través de contactos se las hacen llegar”, se detalla.
“Se tiene información por confirmar sobre ciertos oficiales, suboficiales y tropa que tiene vínculos con el narcotráfico; según información, han recibido dinero y son buscados para arreglo de cuentas por haber fallado con la información. La fuente informa que Fredy Ávila Ramos repartió aproximadamente L 250,000 por información para pasar un importante cargamento de droga urgente de entrega, pero que no hubo cooperación, ya que otra fuerza, posiblemente las FF EE del ejército operaron sin previo aviso, retrasándose la entrega y generando problemas con las demás coordinaciones de transporte, pero el dinero no fue retornado”.
Asimismo, se menciona a un alférez de fragata, a un suboficial y a un soldado de Recablin de pasar información a los narcos de la zona.
El famoso helicóptero
En otro informe también se menciona que el 14 de agosto de 2014 se decomiso un helicóptero Bell B-206L-1, portando doble matrícula; una N-86AF de Guatemala, y la otra TG-LON, de EE UU, que fue interceptada en la lat. 15° 39’ 09.3” y long. 84° 29’ 27.3”, debido a un retraso, los dos pilotos y el ingeniero de vuelo huyeron protegidos por 14 hombres que se llevaron 600 kg de droga en una embarcación desconocida. Según otro reporte, el aparato cayó en una narcopista de un hermano de un político de la zona.
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Es sobre este operativo que el capitán Santos Rodríguez Orellana se ha referido en los últimos días. En ese momento, él era el segundo al mando en la operación de intercepción de la aeronave.
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En esa misma área, en una pista clandestina en la posición lat. 15° 42’ 00” y long. 84° 35’ 00”, ese mismo jueves 14 de agosto, un avión bimotor tipo Super King aterrizó para reabastecerse de combustible. Los pilotos huyeron apoyados por aproximadamente 40 hombres armados. Esta aeronave tuvo un aterrizaje perfecto, sin embargo, antes de apagar los motores los pilotos tomaron la decisión de retraer la rueda delantera y de esa manera dañar las hélices y los motores, se precisa en otro informe.
Retiro
Asimismo, un oficial que trabajó en la zona relata cómo fue sacado del lugar. Durante un mes y medio de operaciones no se registró ningún aterrizaje de aeronaves trayendo droga, sin embargo, el 1 de septiembre “recibí una mensaje del tel. 314070... para ponerse de acuerdo conmigo para la entrega de $ 350,000 de parte del sr. (), para que abandonara dicho sector, de inmediato reporté al Cnel. (), jefe de Fusina en el sector de Gracias a Dios, para que el día y la hora que me fueran a hacer la propuesta la llamada fuera interceptada…sin embargo, el día 6 de septiembre se me dio la orden de salir de ese sector inmediatamente, dicha orden me fue dada por el general de brigada ()”.
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El oficial relata que salió del área el 10 de septiembre con un cuestionamiento de haber recibido dinero para apoyar a Marcos Elvir y su banda, “este individuo es un narcotraficante que ha logrado limpiar su nombre de las listas negras debido a su bajo perfil, conociéndose como hombre de negocios, teniendo una embotelladora de agua, un hotel, supermercado y venta de combustibles, asimismo, es el principal proveedor a las unidades del ‘Ejército’ destacadas en ese sector”. “Una fuente está por confirmar que el sr. () envió una importante suma de dinero a un oficial superior del Estado Mayor Conjunto para incriminarme, pues hasta el momento y después que me hicieron abandonar el área bajo falso incriminamiento, han aterrizado 11 aeronaves cargadas de droga”, dice el reporte.
Del mismo modo, otra comunicación cuenta: “Desde finales del mes de junio fui alertado por el sr. jefe del dpto. de Icia FN-2 que el mencionado oficial estaba siendo cuestionado y que existía cierta información que podía estar recibiendo dinero u otras regalías por colaborar con ellos (narcos)”.
Propuesta
En otra notificación un oficial relata: “A continuación envío a usted el informe sobre una propuesta que recibí por la suma de $ 80,000.00 para permitir el aterrizaje de una aeronave. Recibí una llamada del número telefónico 958756... en donde se me ofrece la mencionada cantidad por permitir el aterrizaje de una aeronave. La persona no se identificó, pero de ser aceptada la propuesta, él se entrevistaría conmigo y si era seguro se podía apersonar a la propia Base Naval de Castilla, llevándome dicha cantidad”.
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Continúa: “Quise saber sobre la forma en que aterrizaría y dónde la aeronave, y la persona me dijo que no podía dar más detalles, solamente al concretar dicha oferta, pero que no existiría problema, ya que viene legalizada con su plan de vuelo y las maletas son valijas de buena presentación, y sobre el aterrizaje me explicó que sería en Guanaja, que el tiempo de descarga no sería más de 15 minutos, mismo tiempo que la aeronave estaría encendida para despegar y que esta droga sería transportada en lancha a otro destino”.
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Posteriormente, el militar informa nuevamente que recibió la visita de dos policías, uno de la Preventiva y el otro de Turismo, que están asignados a la isla de Guanaja. Uno de ellos de apellido Zúniga. Luego de presentarse y “hacerme unos comentarios, me preguntaron si me avían (habían) venido a ofrecer dinero por dejar caer alguna avioneta, cuando respondí que no me preguntaron que si me ofrecieran dinero lo aceptaría por dejar caer alguna avioneta; a lo cual conteste que no, porque nosotros estamos siendo investigados constantemente”. Según el militar, los policías “siguieron insistiendo diciendo que “el movimiento era fácil, que lo único que tiene que hacer era no hacer nada”.
Francachelas
Las ofertas del narcotráfico no solo es de dinero. En un reporte se destaca que el apostadero naval inicialmente fue designado en ese sector (isla Cañones), pero por razones no determinadas se trasladó a la comunidad de Palacios, se cree que en parte obedeció a intereses personales de oficiales, suboficiales y tropas que empezaron a tener vida social en la comunidad, el narcotráfico les proveyó dinero, mujeres y placeres, ya que el personal era invitado a toda clase de eventos y poco a poco desarrollaron formas para dañar motores y equipos en general, recibían dinero por dar información y muchos tenían novias o eran invitados a relacionarse con féminas prepago traídas desde La Ceiba.
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