Tegucigalpa, Honduras
El proceso de reestructuración en el sistema penitenciario alcanzó el recién construido centro penal de Siria, ubicado en El Porvenir, Francisco Morazán.
El reclusorio albergaba a 33 privados de libertad y el miércoles anterior las autoridades determinaron trasladar a 31 convictos al centro penal de Morocelí, El Paraíso, conocido como La Tolva o El Pozo II.
El centro penal de Siria, con capacidad para 2,000 reos, fue inaugurado en febrero de 2015. Hasta julio de 2016 la máxima cantidad de reclusos era de 44, pero esa cifra fue disminuyendo hasta quedar en 33, según informes del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
El traslado de estos reclusos a el penal de El Porvenir era de forma temporal debido a que no se habían instalado algunos sistemas de seguridad.
Orle Solís, miembro del Comité Nacional contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (Conaprev), explicó que el último traslado se realizó en virtud de que no se cuenta con sistemas de seguridad como cámaras de video y escáneres.
Con la instalación de las cámaras de seguridad en puntos estratégicos se realiza el monitoreo de los privados de libertad, al igual que de las personas que los visitan.
También de los custodios penitenciarios que se dedican a dar seguridad en las instalaciones. Mientras que los escáneres son dispositivos que se colocan en las entradas y salidas para detectar el ingreso de armas o drogas a los centros penales, al igual que ocurre en los aeropuertos del país, donde existen este tipo de dispositivos de detección.
Niveles
“El centro penal de El Porvenir, en Francisco Morazán, ha estado funcionando sobre la normativa de mínima, media y máxima seguridad, tal como se consideró en el decreto ejecutivo”, detalló Solís.
Sin embargo, explicó que hay algunas situaciones sobre las cuales las autoridades solicitaron que los traslados se realizaran de forma provisional, por lo que “se están terminando de corregir algunas situaciones de infraestructura y especialmente lo que se establece en la parte de seguridad”.
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No cumplía
El integrante de Conaprev dijo a EL HERALDO que en un inicio se dijo que el centro penal de El Porvenir era de máxima seguridad, pero que en la práctica no se cumplía eso porque en un inicio los privados de libertad salían a los predios en algunas oportunidades esposados o con grilletes y por último salían solo esposados ya que presentaban buena conducta.
Además, cuando empezó a funcionar el centro se dieron algunas restricciones, pero después se logró el ingreso de ropa para los reos y sábanas y se permitió la visita de familiares, pero esto último se volvió a prohibir.
No se había construido con todos los requerimientos y allí ya existen.
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Debido a que en el centro penal de Siria la cantidad de reos no era muy significativa no se registraron amotinamientos ni hechos que lamentar, por lo que no se pueden determinar si las instalaciones presentaban algunas debilidades.
“Lo que sí podemos señalar es que la forma de inspección o de registro que se desarrollaba era manual, por lo que no se podía detectar el ingreso de marihuana o cocaína, pues la mayoría de los centros no tienen estos sistemas”, explicó Solís.
“Los centros penales que ahorita tienen escáner y sistemas de cámara son el de Ilama, en Santa Bárbara, y La Tolva, en Morocelí, El Paraíso, que son los que están en funcionamiento como cárceles de máxima seguridad, pero el de El Porvenir no lo tiene”, detalló el funcionario.