TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Honduras se unió este domingo a las
muestras de solidaridad hacia Haití, tras que un sismo de magnitud 7,2 dejó 1,297 muertos, según el último dato oficial.
La Cancillería hondureña emitió un comunicado de prensa donde mostró sus condolencias por la pérdida de vidas humanas que registró el país caribeño.
'El Gobierno de la República de Honduras se solidariza con el pueblo y Gobierno de Haití por la pérdida de valiosas vidas humanas, los desaparecidos y damnificados a causa del terremoto de 7,2 en la escala de Richter registrado el sábado', expresó Relaciones Exteriores.
Más de 200,000 personas murieron y otras 300,000 resultaron heridas, mientras que un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar.
Los esfuerzos del país por recuperarse de la catástrofe se vieron frenados por la grave inestabilidad política.
Once años después, la isla sigue sumida en una aguda crisis sociopolítica, con el asesinato del presidente Jovenel Moise el mes pasado.
La Cancillería hondureña emitió un comunicado de prensa donde mostró sus condolencias por la pérdida de vidas humanas que registró el país caribeño.
'El Gobierno de la República de Honduras se solidariza con el pueblo y Gobierno de Haití por la pérdida de valiosas vidas humanas, los desaparecidos y damnificados a causa del terremoto de 7,2 en la escala de Richter registrado el sábado', expresó Relaciones Exteriores.
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Al menos 1,297 personas murieron por el terremoto que sacudió a Haití, informó el domingo el servicio de protección civil en una actualización que casi duplica los decesos reportados en un informe previo.
'La cantidad de personas muertas por el terremoto subió a 1,297 el 15 de agosto', dijo el servicio, que también actualizó a más de 5,700 la cantidad heridos que era hasta ahora de 2,800.
El trauma del sismo de 2010
El país más pobre de América aún guarda en la memoria el terremoto de magnitud 7 ocurrido el 12 de enero de 2010, que dejó gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas.Más de 200,000 personas murieron y otras 300,000 resultaron heridas, mientras que un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar.
Los esfuerzos del país por recuperarse de la catástrofe se vieron frenados por la grave inestabilidad política.
Once años después, la isla sigue sumida en una aguda crisis sociopolítica, con el asesinato del presidente Jovenel Moise el mes pasado.
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